Almeida rompe con la mala racha con una reforma emblemática que centrará su horizonte de gestión municipal. Se trata de la Puerta de Alcalá, que tiene ya aproximadamente 275 años y que "ha llegado el tiempo de cuidar", ha anunciado el regidor popular. 

Un momento que, por otra parte, ha escogido a conciencia. Pues el alcalde lleva meses arrastrando polémicas, por los presuntos casos de espionaje a Ayuso desde el Ayuntamiento, y la presunta estafa al Consistorio en la venta de material sanitario durante la primera ola de pandemia. Y todo esto mientras la oposición le achaca su falta de proyecto para la ciudad.

Pero 'ahí está', como dice la canción. El Gobierno municipal ya ha iniciado los estudios previos para saber "qué patologías tiene" la obra, en colaboración con el Instituto de Patrimonio Histórico Español. En todo caso, se respetarán sus valores históricos, "incluidas las balas de la Guerra de la Independencia".

Una vez realizado el estudio, se licitará el proyecto, para así, empezar a restaurar "uno de los monumentos más significativos de Madrid" antes de las próximas elecciones municipales, de mayo de 2023: "Confiamos que las obras vayan a empezar antes de que acabe la legislatura", ha anunciado esta mañana Almeida.

La oposición apoya la iniciativa, aunque ponen condiciones. "Confiamos en que esta rehabilitación se haga con el mayor cuidado, es parte de nuestra historia y mantenerla en buen estado no es un gesto del Gobierno, es una obligación". Porque, como recuerda la socialista Mar Espinar, "queda mucho por hacer en defensa del patrimonio en esta ciudad" y, ejemplo de ello, es el estado en el que se encuentra la muralla cristiana a su paso por la calle escalinata o la dejadez en el que se encuentra la Plaza Mayor y sus aledaños.

Recupera Madrid también comparte con el alcalde la necesidad de la obra, pero no el motivo de fondo: "Esto es una ocurrencia que ha colocado para tapar los escándalos en los que está envuelto el alcalde", apunta Calvo.