La ministra de Familia, Anne Spiegel, ha dimitido de su cargo este lunes ante la polémica por haberse ido cuatro semanas de vacaciones poco después de las fuertes inundaciones que asolaron el oeste de Alemania en verano del año pasado.

"He decidido, debido a la presión política, poner a disposición el cargo de ministra de Familia", ha indicado Spiegel, que ha precisado que ha tomado la decisión "para evitar daño" a la cartera, que "se enfrenta a importantes desafíos políticos".

Sus colegas de la coalición, incluido el canciller, Olaf Scholz, se habían mostrado previamente comprensivos con lo sucedido, si bien a medida que los días avanzan los apoyos se han ido resquebrajando.

Tras su dimisión, Scholz ha expresado "gran respeto" por Spiegel, con la que ha trabajado "estrechamente" en el gabinete, según ha indicado la portavoz adjunta del Gobierno, Christiane Hoffmann. "Le desea lo mejor para el futuro después de este difícil momento", ha agregado.

El domingo, la ministra -que era entonces ministra de Medio Ambiente del estado federado de Renania-Palatinado, uno de los más afectados por las lluvias- dio una rueda de prensa en la que trató de explicar lo sucedido.

Sin embargo, la oposición ha aumentado ahora los llamamientos y han pedido su salida a pesar de que Spiegel ha pedido perdón y ha asegurado que irse de vacaciones "fue un error". La ministra ha defendido que su familia necesitaba entonces unas vacaciones, en parte por el estado de salud de su marido, que había sufrido un infarto en marzo de 2019.

No obstante, ha aclarado que sus vacaciones en Francia fueron un error: "Me disculpo por ello". Está previsto que los líderes de los Verdes se reúnan a puerta cerrada para abordar el asunto. Según informaciones del diario 'Bild', algunos miembros habrían pedido a Spiegel dimitir.

La dimisión de Spiegel tiene lugar días después de que la titular de Medio Ambiente del estado de Renania del Norte-Westfalia, Ursula Heinen-Esser, también haya dejado su cargo.

Heinen-Esser se fue de vacaciones a Mallorca pocos días después del desastre en su estado, la otra región afectada por las inundaciones, y celebró allí el cumpleaños de su marido con otros miembros del Gobierno regional.

El estado de Renania-Palatinado fue el más afectado por las inundaciones de mediados de julio, las cuales se saldaron con unos 170 muertos en Alemania, pero afectaron también a países como Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos. En total 229 perdieron la vida y cerca de 200.000 viviendas se quedaron sin electricidad. Se estima que las pérdidas ascienden a 2.550 millones de euros.