A día de hoy, Khloé Kardashian no tiene problemas en admitir qué se ha retocado y qué no de su cuerpo: pasó por el quirófano para retocar su nariz, ha asegurado que se ha hecho infiltraciones... Pero si de alguna parte de su silueta está orgullosa de que sea natural -y en base al ejercicio-, ese es su trasero.

A diferencia de alguna de sus hermanas, como Kylie Jenner, a quien le costó reconocer que se había hecho infiltraciones en los labios siendo adolescente, Khloé Kardashian ha puesto sobre la mesa qué es suyo de nacimiento y qué no. Y no va a permitir que precisamente eso se mancillen, como al decir que sí que se ha retocado los glúteos para que se parezcan a los de su hermana Kimberly.

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Algunos usuarios, de hecho, han creído encontrar pruebas de que su trasero no era natural en un vídeo que ha subido a sus stories de Instagram (donde tiene 232 millones de fans) en el que la empresaria e influencer aparece haciendo ejercicio en el gimnasio. Uno, además, que fortalece precisamente esa zona.

Cuando estira la pierna hacia arriba, hay quien ha creído ver un abultamiento extraño bajo la piel en la zona de los glúteos, lo que sería una prueba de los implantes. Una cuenta fan de la familia Kardashian-Jenner ha subido el vídeo como si fuera una publicación y ahí es cuando en la sección de comentarios no han parado de analizar al milímetro esa zona de su anatomía, llegando a la conclusión de que sí estaba operada.

Pero la propia Khloé ha escrito en dicho post explicando que lo que ellos aseguran ver no es más que un efecto óptico. "Qué tontos, por favor", comienza diciendo la socialité de 37 años, "es una costura que está incluida en el diseño de las mallas". Asimismo, tras esta explicación, ha tirado de ironía no exenta de molestia: "¡Vaya ideas divertidas tenéis! Siempre os acabáis poniendo en lo peor".