Daniel Serrano, que concurrió como número cuatro del PPC en las elecciones catalanas de 2021, ha decidido tomar el escaño que deja vacante Eva Parera, pese a estar imputado por agresión sexual, y se dará de baja del partido.

Serrano, según ha avanzado el diario Ara y han confirmado fuentes del PPC, no ha aceptado renunciar al acta de diputado, como le pedía la dirección del partido, que ahora -una vez el propio Serrano formalice su baja como militante- se quedará con tan solo dos diputados en el Parlament: Alejandro Fernández y Lorena Roldán.

La Mesa del Parlament ya ha recibido de la Junta Electoral Central, según fuentes parlamentarias, la credencial de Serrano, para sustituir a Eva Parera.

La baja de Parera, que concurrió como número tres del PPC en las elecciones del año pasado y que ha dejado su escaño al impulsar el nuevo partido Valents, abría la posibilidad de que entrase en el Parlament el número cinco de la lista, Eduardo Bolaños, persona de confianza de Alejandro Fernández, pero para ello era necesario que Serrano renunciara a tomar el acta de diputado, como se había comprometido a hacer cuando estalló su caso.

Serrano, ex secretario general del PPC, se apartó de todas sus responsabilidades orgánicas y electorales en el partido en enero de 2021 para preparar su defensa jurídica tras haber sido imputado por un presunto delito de agresión sexual

Serrano, ex secretario general del PPC, se apartó de todas sus responsabilidades orgánicas y electorales en el partido en enero de 2021 para preparar su defensa jurídica tras haber sido imputado por un presunto delito de agresión sexual.

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) lo investigaba ya entonces, tras la denuncia de una compañera del partido por unos hechos ocurridos en 2016, lo que llevó al PPC a abrirle un expediente informativo para aclarar toda la información al respecto.

Fuentes de la dirección del PPC señalan que la decisión de Serrano de no renunciar al acta de diputado es una "mala noticia" para el partido.

Las mismas fuentes atribuyen el movimiento de Serrano a la estrategia de defensa de sus abogados, teniendo en cuenta que el proceso judicial a través del TSJC, al tratarse de un aforado, puede desarrollarse con mayor celeridad que a través de un tribunal ordinario.