El Parlamento Europeo celebraba una sesión de la Comisión de Peticiones y en el turno de intervenciones el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch habló desde un restaurante y entre el ruido que hacían los cubiertos, los platos y el resto de comensales. Una situación que él encuadró dentro de la normalidad mientras debatía sobre la inmersión lingüística en Cataluña. El diputado del partido que lidera Santiago Abascal en ningún momento modificó su ubicación e incluso hubo un momento en el que se veían claramente bebidas alcohólicas al fondo.

No se tomaron bien en cambio la situación el resto de eurodiputados, que llegaron a quejarse de lo que ocurría. Mientras Tertsch hablaba se oía a otros pedirle que se fuera: "Márchese a otro sitio". Y también expresaron su disconformidad con lo que estaba pasando. "Pero qué es esto", comentaba otra de las voces.

Tertsch, que en ningún momento se inmutó, pidió el fin del “adoctrinamiento en contra de España” y de los “políticos separatistas pervirtiendo la educación” en referencia a lo que, a su parecer, está sucediendo en Cataluña.