Una enfermera retirada de 68 años consigue sobrevivir 5 días atrapada en su coche tras caer por un barranco

  • "Fue un milagro que me encontraran”, admitió la mujer.
Rescate de la mujer atrapada.
Rescate de la mujer atrapada.
Wenatchee Valley Firefighters
Rescate de la mujer atrapada.

Una enfermera jubilada usó sus habilidades médicas para sobrevivir después de que su automóvil patinase en una zona de la carretera estatal de Washington (EE UU), llamada "Dead Man’s Corner" (la esquina del hombre muerto, y terminara atrapada en un barranco durante cinco días.

Lynnell McFarland, de 68 años, regresaba a su casa en Spokane Valley el pasado 18 de noviembre cuando su coche chocó contra un bloque de hielo y se salió de la carretera, según relata New York Post.

El automóvil quedó atrapado entre dos árboles, atrapando también a la mujer, que sufrió fracturas en el brazo y la rodilla, entre otras lesiones.

"Cuando me incliné hacia atrás para cortar el cinturón de seguridad fue cuando vi mis huesos", cuenta McFarland al medio estadounidense.

McFarland cuenta que, en ese momento, pensó: "Dios mío, sé que voy a morir algún día, pero por favor no dejes que sea en este barranco oscuro y profundo, donde nunca me encontrarán”.

"Fue un milagro"

Un día después del accidente, dijo, un oficial de policía se acercó al lugar del accidente después de que su hija denunciara su desaparición, pero no vio su coche atrapado en el barranco.

"Se detuvo, con las luces encendidas, pero no salió del coche", dijo McFarland, añadiendo que también vio a algunos cazadores, que tampoco pudieron ver el vehículo ni escuchar sus gritos de ayuda.

Con su instinto de supervivencia en marcha, la ex enfermera se soltó del cinturón de seguridad e ideó un refugio con algo de ropa y bolsas de plástico.

"Tenía botas de invierno, mi teléfono y botellas de agua en la parte delantera, pero no pude alcanzarlo", relató. Pero logró beber el agua de la lluvia que se había acumulado en las bolsas de plástico.

Finalmente, el FBI rastreó a la mujer hasta el lugar donde se encontraba. Finalmente, algunos trabajadores del Departamento de Transporte encontraron el vehículo escondido y bajaron en rápel para rescatar a la mujer, gravemente herida.

Tenía la muñeca rota y le sobresalían los huesos rotos. "Fueron necesarios tres intentos en la ambulancia para poner una vía, porque mis venas estaban planas", contó.

McFarland cuenta que se bebió tres jarras de agua helada cuando llegó al hospital en Wenatchee, donde fue sometida a tres cirugías. "Fue un milagro que me encontraran", admitió.

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