El maestro hondureño herido de bala en la cabeza el jueves durante unos enfrentamientos con la Policía en un acto de protesta en favor del presidente depuesto de este país, Manuel Zelaya, murió este sábado como consecuencia de las lesiones, informaron la familia y el sindicato de docentes.

A las 00.30 hora local, de la madrugada del sábado, Roger Abraham Vallejo "dejó de respirar", dijo el dirigente del sindicato de magisterio, Sergio Rivera.

Vallejo, que entró en coma el jueves tras ser operado después de los disturbios registrados en una carretera de acceso a la capital hondureña desde el norte, es el cuarto seguidor de Zelaya fallecido por incidentes con las fuerzas de seguridad desde la expulsión de éste del país por el Ejército, el pasado 28 de junio.

Roger Abraham Vallejo deja una mujer y un hijo de 10 meses, según Rivera, quien aseguró que el sentimiento entre sus compañeros del sindicato de maestros es de "indignación, mucha indignación".

Vallejo fue alcanzado por una bala, presuntamente disparada por la Policía, durante el desalojo de un bloqueo de la carretera de salida norte de la capital.

Un hermano del fallecido, Salomón Vallejo, afirmó en declaraciones a Radio Globo que, sobre la procedencia de los disparos, lo único que saben es que " según la versión de los que estuvieron ahí (en la protesta), fue un disparo de la Policía".

En esos hechos hubo seis heridos y 88 detenidos según la Policía, y 72 lesionados y más de un centenar de arrestados, de acuerdo con el Frente de Resistencia Contra el Golpe, quien articula el movimiento en favor de Zelaya.

Un sector de los maestros hondureños, uno de los gremios más fuertes del país, constituye junto con los campesinos uno de los pilares del movimiento que se opone al nuevo Gobierno de Roberto Micheletti, quien asumió el poder tras la expulsión de Zelaya por el Ejército.

Se recrudece la situación

Un juzgado de Tegucigalpa ordenó el viernes la captura del depuesto presidente hondureño  y de tres de sus funcionarios por falsificación de documentos y otros delitos.

Además de Zelaya, la orden incluye a sus ex ministros de la Presidencia y de Finanzas, Enrique Flores Lanza y Rebeca Santos, y al ex gerente de la estatal Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), Jacobo Lagos.

La orden de captura emitida contra Zelaya se suma a la que tiene pendiente por delitos contra la forma de Gobierno, traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de poderes, relacionados con la consulta que intentó celebrar el 28 de junio, cuando fue derrocado, para promover una Asamblea Constituyente y que había sido declarada ilegal por varias instituciones del Estado.

En vista de esta orden de captura, el Gobierno de Roberto Micheletti ha advertido que si Zelaya regresa al país será detenido. Al mismo tiempo, también el viernes, el Gobierno de Honduras levantaba el toque de queda.

"Se ha resuelto establecer el toque de queda en todo el borde del departamento de El Paraíso" y en otros cinco puntos de la frontera con Nicaragua; "para el resto del territorio nacional queda suspendido", indicó el Ejecutivo.

Zelaya advierte desde Nicaragua

Por su parte, Zelaya, que se encuentra exiliado en Nicaragua, ha alertado de la posibilidad de una "violencia generalizada" en su país, si no se revierte el golpe de Estado que lo sacó del poder. Agregó, además, que ese posible escenario de violencia desprestigiaría el estado de derecho y el estado democrático en el mundo.

"El golpe debe revertirse sin condiciones o, en caso contrario, vendrá una violencia generalizada", aseguró Zelaya en una entrevista con el canal 4 de la televisión local, afín al Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega.

El depuesto mandatario consideró, además, que Estados Unidos es el que tiene influencia "para cambiar las cosas" en Honduras. Zelaya demandó a Washington "recrudecer de forma más enérgica, más fuerte y con mayor decisión" sus sanciones contra las nuevas autoridades de su país, encabezadas por Roberto Micheletti.

Zelaya, que se declaró un "huésped" del presidente nicaragüense, anunció también que retornará al municipio de Ocotal, fronterizo con Honduras, desde donde trata de organizar un "ejército" para regresar a su país.

Por su parte, Ortega ha dicho que las Fuerzas Armadas de Honduras "están a tiempo de salvar el honor" de esa institución, si rectifican el "gravísimo error" que cometieron al desacatar la Constitución de esa nación con el golpe de Estado.