La despoblación es uno de los grandes problemas de la España actual, pero no afecta solo a nuestro país. El concepto Europa vaciada también está presente en los debates y la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE) abre una buena oportunidad para recoger propuestas que ayuden a resolverlo. Según la última definición de la Comisión Europea, se consideran zonas despobladas aquellas áreas con una densidad de población de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado o menos, o aquellas que hayan perdido una media de al menos un 1% anual de población en el periodo de 2007 a 2017.

Con esta premisa, y entendiendo también las competencias que alcanzan a la propia UE, este puede ser uno de los temas que se pueden abordar en el marco de la Conferencia, aunque no parezca tan mediático como otros más genéricos (cambio climático, democratización, etc). El Parlamento Europeo, de hecho, analizó en un informe el pasado mes de abril las causas y las consecuencias de la despoblación. 

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"Los eurodiputados quieren que el reto demográfico sea una prioridad para la Unión Europea, junto al cambio climático y la transición digital. Sostienen que se necesita un enfoque común, que integre los principios de sostenibilidad y digitalización en diferentes políticas de la UE, contribuirá a revertir las tendencias demográficas negativas", explicaron desde la Eurocámara, dejando claro que se trata de un problema que va asociado a otros y que requiere soluciones "amplias" y "comunes".

Las dos crisis (la de 2008 y la pandemia) han provocado una tendencia preocupante a ojos del Parlamento, y los datos así lo demuestran. Existe una brecha entre las zonas urbanas y las rurales: las zonas rurales representan el 44% del área de la Unión Europea, mientras que el 78% de la población vive en zonas urbanas o en áreas urbanas funcionales y esto va unido además a un envejecimiento de la población. Tanto es así que se prevé que el 30,3% de la población en 2070 tenga 65 años o más (frente al 20,3 % en 2019).

¿Cuáles pueden ser entonces algunas de las propuestas que se canalicen a través de la CoFoE en lo que a despoblación y 'Europa vaciada' se refiere? Muchas de ellas, por una cuestión de competencias, implican directamente a los Estados miembros. Es el caso del Erasmus rural, una iniciativa que España ya va a poner en marcha y que puede servir para que la gente joven llegue a las zonas más despobladas para formarse. Esto podría ir acompañado además de un sistema de becas para el emprendimiento, pues hay sectores laborales que tienen en la Europa rural una buena base para crecer.

Por otro lado, el fomento del turismo rural también juega un papel importante a la hora de atajar la reducción de la población, "ya que incentivaría la creación de empleo, así como la diversificación económica y demográfica de las áreas rurales", tal como explican desde el Parlamento. En este sentido también es relevante la digitalización, pues abrirá la puerta a nuevos sectores hasta ahora concentrados en las grandes ciudades y podría, al mismo tiempo, ayudar a que las zonas despobladas tengan mejores redes de transporte.

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Además, la Eurocámara considera que la crisis de la Covid-19 ha abierto la puerta a una tendencia inversa a la que se ha dado en los últimos años, si se sabe aprovechar la oportunidad. Previo paso por una digitalización acertada, el teletrabajo podría dar a la Europa rural la oportunidad de acoger a quienes se muden desde las grandes urbes o capitales de provincia, de tal manera que se frene la tendencia de la despoblación. La CoFoE, con todo, es una buena oportunidad para potenciar estas propuestas y a corto y medio plazo llevarlas adelante.