Pese a que por el momento se desconoce el tiempo exacto en el que la niña, de 13 años, permaneció aislada, algunos medios alemanes apuntan que su cautiverio podría haber durado hasta nueve años. Los servicios de menores tienen desde el pasado 15 de julio la custodia de la niña, a la que encontró la policía gracias a las informaciones que proporcionó un vecino de la familia.

La pequeña fue trasladada automáticamente a una clínica, donde le proporcionaron tratamiento físico y psicológico, afirmó la portavoz del centro de menores Ramona Fischer. Según Fischer, el equipo médico está investigando a fondo el estado en que se encuentra la menor, pues a primera vista no presenta señales de violencia o maltrato físico.

Nunca fue al colegio

Los padres de la adolescente se mudaron hace años a Lübbenow, con ella y sus otras dos hermanas, a las que sí que permitían en cambio, llevar una vida normal. La administración investiga por qué la niña estuvo tanto tiempo retenida, por qué nunca fue al colegio y cómo pudo ser que las autoridades no descubrieran su caso hasta ahora.

Mientras, la Fiscalía de Neuruppin (este de Alemania) ha abierto diligencias contra los padres, a quienes acusa de negligencia en su deber de protección de la menor.