A partir de este viernes ha comenzado la fusión entre Bankia y Caixabank, que culminará el lunes, y son muchas las dudas que surgen a los clientes de Bankia, que se verán obligados a acometer algunos cambios a la hora de operar.

Uno de los aspectos que más interés despierta es el pago de comisiones. Según Caixabank, tras la integración tecnológica de Bankia en el banco catalán, se estima que uno de cada cuatro clientes pagará comisiones.

Tal y como recoge el portal finanzas.com, Caixabank ha diseñado un plan de vinculación que exige cumplir con una de estas condiciones: tener domiciliada una nómina o ingresos superior a 600 euros al mes o 6.000 euros anuales; tener una pensión o prestación por desempleo superior a 300 euros al mes; o un saldo superior a 20.000 euros en fondos o planes.

Si eres cliente de Bankia estas son las dos aplicaciones que debes descargar este fin de semana antes del cambio

Además, el cliente deberá o bien domiciliar tres o más recibos en Caixabank o realizar tres o más compras con tarjeta de crédito cada trimestre.

Los clientes que quieran eliminar las comisiones necesitan disponer de la tarjeta 'MyCard' (con funcionalidad de débito y crédito) sin coste de emisión. Esta tarjeta combina las utilidades de las tarjetas de crédito y las de débito. 

Cuenta con la posibilidad de ver reflejadas en la cuenta de forma inmediata las extracciones en cajeros y los pagos en comercios y además, permite al usuario elegir la frecuencia de liquidación.

Clientes exentos

Determinados clientes podrán, además, disfrutar de una cuenta sin comisiones. Se trata de clientes menores de 26 años con perfil digital, y los nuevos clientes durante un periodo de seis meses.

Además, los clientes que cumplan algún criterio de vulnerabilidad ya no pagan comisiones y en marzo serán dados de alta en la cuenta social de Caixabank, donde tampoco tendrán que afrontar gastos.

Las comisiones que tendrán que afrontar los clientes que no cumplan estas condiciones ascienden hasta 240 euros al año por sus cuentas y 36 euros por la tarjeta de débito, más de lo que pagaban con Bankia (168 y 28 euros, respectivamente).