Un avión de carga Antonov-12 de la aerolínea bielorrusa Grodno se estrelló este miércoles en la provincia rusa de Irkutsk, en Siberia, con al menos siete tripulantes a bordo, ninguno de los cuales sobrevivió, según informó el gobernador de la provincia, Igor Kobzev, y recoge la agencia Tass.

Después del accidente, la aeronave se incendió y el derrame de combustible provocó que las llamas se extendiesen por un área cercana a los 300 metros cuadrados, añade la agencia rusa.

Según las autoridades, en el interior del avión tan solo viajaba personal de la tripulación de nacionalidad rusa, bielorrusa y ucraniana.

Aunque por el momento no se conocen las causas de accidente, los servicios de aviación trasladaron a la agencia de noticias que se ha puesto en marcha una investigación que mantiene abiertas varias líneas que van desde un error del piloto, hasta problemas técnicos.

Un equipo de al menos cien miembros de los servicios de emergencias seguía trabajando este miércoles sobre el terreno, hasta donde se desplazaron cuatro ambulancias y otros cuatro vehículos con material de emergencia.

Además, se ha iniciado un proceso penal ante la sospecha de que se hayan infringido las normas de tráfico y seguridad aérea.