GuraSOS denuncia que el vertido de Arkaitzerreka fue intencionado para ocultar funcionamiento ilegal de la incineradora

La plataforma GuraSOS ha denunciado que el vertido que se produjo en el arroyo de Arkaitzerreka en mayo de 2020, y que produjo un "desastre ecológico", fue "intencionado para ocultar el funcionamiento ilegal" de la incineradora de Zubieta, según se deduce de las investigaciones policiales realizadas y que han dado a conocer este miércoles en San Sebastián.

En rueda de prensa, representantes de GuraSOS han insistido en que el citado vertido "fue consecuencia de un cúmulo de graves irregularidades e ilegalidades que venían cometiéndose en el desarrollo del proyecto".

En esa línea, han apuntado que, pese a que las obras y los sistemas de prevención de la contaminación "no estaban terminadas y disponibles", GHK "decidió empezar a funcionar desde noviembre de 2019 con desprecio de la seguridad, la salud y el medio ambiente".

Asimismo, han señalado que, cuando se detectó el derrame de amoniaco, "la prioridad no fue reducir su impacto sino ocultar las pruebas de su existencia, no informando al resto de autoridades e impidiendo la inspección de las instalaciones".

Desde GuraSOS han subrayado que, según peritos de la Unidad central Operativa de medio Ambiente (UCOMA) de Guardia Civil, en la incineradora de Zubieta hubo un "un grave accidente químico" el 7 de mayo de 2020.

Además, han denunciado que los responsables de la instalación intentaron "borrar las huellas del derrame de amoniaco a base de verter ingentes cantidades de agua -2.302.992 litros de agua amoniacada según desvela la investigación- que arrastraron el amoniaco presente en toda la red y depósitos de pluviales directamente al caudal del arroyo Arkaitzerreka.

Según han destacado, la investigación "desmiente la versión de GHK de la existencia de un circuito cerrado y la imposibilidad de vertido a la regata". "En realidad el cubeto de derrames de amoniaco estaba conectado directamente con la red de pluviales y el vertido se producía directo a la regata, contraviniendo la autorización ambiental y de vertidos a cauce", han puntualizado.

Tras apuntar que el amoniaco es necesario para el correcto funcionamiento del tratamiento de gases del horno de la incineradora y la posibilidad de los derrames "está prevista", han insistido en que "nada hubiera costado llamar a los servicios de emergencia y a un gestor de residuos peligrosos para que recogiera el derrame del cubeto".

"Pero GHK temía que así quedara al descubierto que habían cambiado el sistema estanco previsto por la empresa alemana SBE en su diseño y el hecho de que las instalaciones y sistemas de seguridad estaban sin terminar por lo que el funcionamiento, siquiera en pruebas, no procedía legalmente", ha asegurado.

Por otro lado, han destacado que la investigación hasta desvela también que se han detectado "altísimos niveles de claroalcanos en el tejido de una anguila muerta" y se trata de una sustancia "prohibida desde 2004, muy tóxica y con evidencias claras de ser cancerígena que los investigadores sospechan pueda tener su origen en la incineración de plásticos, gomas y otros residuos procedentes de la incineradora".

GuraSOS ha asegurado que el de Arkaitzerreka "no fue el único caso de derrame venenoso por parte de la incineradora", ya que dos meses antes se produjo otro "coincidiendo con otra descarga con el mismo procedimiento.

OVEJAS MUERTAS

Igualmente, se ha podido conocer que la mortandad provocada por el derrame de agua amoniacada "no se limitó a los cientos de peces recogidos", sino que había afectado también "a animales de gran tamaño" puesto que al menos "15 ovejas murieron tras abrevar en la regata".

El informe pericial de la Guardia Civil aportado por GuraSOS indica que "el artículo 8 del Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos establece que el titular de la instalación, en caso de accidentes con daños importantes a las personas, al medio ambiente o a la propia instalación, debe dar cuenta de inmediato al Órgano Competente de la Comunidad Autónoma, cabe significar que dicha delegación territorial no recibió comunicación alguna y por tanto no se pudo realizar la pertinente visita de inspección".

GuraSOS ha asegurado que "todo parece indicar que la responsabilidad principal de la comisión del delito es de quien decidió operar sin la autorización ambiental y sin haber terminado la obra, así como sin haber sido aprobada". Se trataría de "GHK, que está imputada y Ekondakin, al igual que la Ekobal ligada a esta última, de las que están investigados diversos empleados".

Los responsables de GuraSOS han censurado que las instituciones (GHK, Diputación, Gobierno Vasco) "no están informando a la población, como es su deber, de los peligros de la incineradora ni están garantizando la salud y el medio ambiente" y han reiterado que existe un "riesgo real y grave" mientras "priman los intereses económicos".

A su juicio, el "conflicto" de la incineradora "está lejos de haberse "resuelto". Además, han vuelto a solicitar la "inmediata paralización" dela instalación hasta que "no se acredite la ausencia de peligro con los contaminantes orgánicos persistentes (cloroalcanos, dioxinas y otros) en aplicación del principio de precaución".

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