"Hace tres años y medio que arrancó este proyecto, sobre todo por una implicación personal de un par de casos cercanos que tuve y por ser muy consciente del tabú que hay con la palabra suicidio. Empezamos buscando ayuda, información, financiación y han sido años difíciles por una pandemia de por medio", recuerda su director, Javier Álvarez.

Al principio comenzaron a rodar un docu-ficción y finalmente optaron por reenfocarlo como un documental de seguimiento de personajes, la mayoría mujeres. "Esto me reafirma en la teoría de que les es más fácil comunicar sus vulnerabilidades y a los hombres nos cuesta más", apunta el realizador a través de un comunicado del festival.

El rodaje se inició en febrero de 2020, tras lo que un mes más tarde no pudo continuar por la pandemia y en 2021 se ha podido finalizar. "Hemos querido huir del tratamiento duro -subraya el director- porque este documental debe servir para dar información y queríamos que la gente saliera de la película con la sensación de haber descubierto algo que no conocía y con una buena actitud".

La música de 'La palabra maldita' está compuesta a seis manos, con las dos de Germán García Arias y con el director, como un proceso creativo conjunto. "Las melodías, ritmos y ambientes musicales pasaban por su filtro y él nos guiaba por esos puntos de luz. El tema desde el punto de vista musical era un reto para no caer en el dramatismo y lo que siempre hemos querido transmitir es un mensaje de luz y de esperanza", afirma el compositor, Daniel Abad.

BUSCANDO LA LUZ

Se trata de una música que busca la "luz" y la energía positiva, para lo que juega con los modos menor y mayor, sobre todo con el mayor como un punto esperanzador para que "llegue a mucha gente". "Que la música esté al servicio de la palabra siempre -abunda el compositor- y que no entorpezca y que acompañe el gran trabajo que ha hecho Javier al servicio de la palabra".

En el documental aparecen personas de toda España, pero hay "un corazón muy valenciano" que es identificable en su equipo, música y testimonios. También han entrevistado a periodistas para entender en su contexto el efecto contagio y el efecto 'papageno' (cambio de opinión de un potencial suicida).

La OMS, en 2014, marcó un cambio de paradigma que acoge la comunidad científica al defender que hablar del suicidio ayuda a prevenirlo y bajar las cifras. "No hemos tenido miedo a hablar del suicidio porque hemos cumplido con esas directrices", subraya el director.