La Policía Local de Lleida denunció hoy, por primera vez desde que se aprobó la ordenanza que prohíbe la prostitución callejera, al cliente de una prostituta y levantó un acta a la mujer que le prestaba sus servicios.

Según el parte policial, a la 1.55 horas de hoy, una patrulla detectó un coche en la zona de la gasolinera Dalmau, en la antigua carretera de Zaragoza, en el que "había una prostituta que prestaba sus servicios a un cliente".

"Fueron identificados los dos, se denunció al cliente de 45 años y se levantó acta a la prostituta, de 22 años y natural de Nigeria", reza el parte.

La ordenanza que multa la prostitución en la calle, tanto a quien la ejerce como a sus clientes contempla multas de entre 300 y 3.000 euros. Entró en vigor el 28 de febrero y semanas después los ayuntamientos vecinos, como Alcarràs o Torrefarrera, aprobaron ordenanzas similares, aunque con multas inferiores porque estas sanciones dependen del tamaño de la población.

La zona de la gasolinera Dalmau era una de las más frecuentadas por las prostitutas. Tras la ordenanza, algunas mujeres continuaban en la zona y otras se desplazaron a la salida de la ciudad por la autovía A-2.

Hace dos semanas los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Policía Local de Lleida identificaron a 17 prostitutas en el centro histórico de la ciudad en un control sobre la prostitución y la inmigración ilegal, en la primera operación conjunta tras la entrada en vigor de la ordenanza municipal que prohíbe esta práctica en la calle.

Los agentes advirtieron a las mujeres de que la ordenanza prohíbe ejercer la prostitución en las calles de la localidad y que pueden ser sancionadas, si bien optaron por no denunciarlas.