Los hechos tuvieron lugar a las 13.05 horas, cuando la Central de Servicios de la Guardia Civil (062) recibió aviso de los vecinos de una vivienda ya que oían llantos que procedían en el interior de la vivienda así como voces de socorro.

Una patrulla del puesto de Boecillo acudió al lugar de los hechos y fueron informados por los vecinos de las viviendas contiguas de un chalet adosado de planta baja y una altura, y en el que en el interior se encontraba una persona adulta, que había quedado encerrada en la bodega y un menor de año y medio, aislada en la planta baja.

La Guardia Civil, al no poder entrar por la puerta principal o ventanas, accedió al patio interior a través de una vivienda contigua para entrar al domicilio a través de una ventana de la primera planta de la vivienda.

"Una vez que accedió uno de los agentes, se encontró a la menor en estado de agitación y desasosiego, por lo que procedió a tranquilizarla y seguidamente a la apertura de la puerta de la bodega donde se encontraba la madre encerrada, la cual presentaba un estado alto de nerviosismo debido a la situación generada ante el desamparo de su hija", explica el Instituto Armado a través de un comunicado remitido a Europa Press.

Los agentes preguntaron a la madre cómo se había cerrado la puerta que conectaba la planta baja y bodega, y ésta les respondió que de manera fortuita por acción de su hija menor.