Un día después de realizar una visita histórica a Gibraltar, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió este miércoles "paciencia sensata" y confianza en la política del Gobierno hacia el Peñón para crear las condiciones que permitan la recuperación total de la soberanía y "ganarse el corazón y la mente" de los gibraltareños para que lo acepten.

Moratinos, el primer ministro español en visitar el Peñón, afirmó, en declaraciones a RNE, que es necesario crear las condiciones para volver a negociar con el Reino Unido sin necesidad de "esperar un período muy largo".

Lo que el Gobierno demanda al PP y a la sociedad, según el responsable de Exteriores, "no es una paciencia inagotable, sino una paciencia sensata" para generar el marco idóneo para que Gibraltar "regrese a nuestro territorio".

Ante las críticas por su visita al Peñón, Moratinos destacó su gesto de gritar "¡Gibraltar español!" en la misma colonia y no en cualquier ciudad española, como hubiera sido "más fácil". "Lo dije alto y fuerte", añadió.

Posibles soluciones

Para salir de esta situación, Moratinos cree que "puede haber muchas soluciones", aunque sugirió que la soberanía compartida que estuvo a punto de pactar el anterior Gobierno del PP en 2002 no sería la ideal, aunque el PSOE la apoyó. "Lo que estamos defendiendo es la recuperación plena de la soberanía", añadió.

"Ayer, quizá, no hemos renunciado un milímetro a nuestra reivindicación, pero, en cambio, hemos avanzado kilómetros en lo que puede ser un diálogo y una cooperación que nos puede abrir la puerta a una solución definitiva", afirmó el ministro, quien apuntó "no hay fecha" para volver a hablar de soberanía.

También consideró preciso contar con el apoyo de los gibraltareños y señaló que, a su entender, los españoles "tienen que empezar a comprender" esta realidad y que las recetas aplicadas en "los siglos XVIII, XIX y XX", como el cierre de la Verja (1969-1985), no dan resultados.

Moratinos sentenció: "Es muy difícil con el aislamiento y el enfrentamiento ganarse el corazón y la mente de los gibraltareños".