Kylie Jenner continúa expandiendo su nombre y su imperio. El pasado agosto, la pequeña del clan de las Kardashian anunció Kylie Swim, una nueva marca de bikinis completamente de su estilo para que los fans de la influencer pudieran tener bañadores como los que luce ella en sus publicaciones de Instagram.

Nada más salir el 17 de septiembre -y con un precio de 80 $- las seguidoras de Kylie se lanzaron tan emocionadas a comprarlos que varios modelos se agotaron enseguida. Sin embargo, cuando por fin recibieron los productos, muchas se quedaron desilusionadas con la baja calidad de los bikinis.

La polémica no tardó en llegar a TikTok, donde se comenzaron a exponer los defectos de fabricación que casi todos los modelos parecían compartir. "Os los enseñaría puestos, pero literalmente no puedo. […] No esperaba que el material fuera tan fino que lo enseñaría todo, es tan fino como el papel. Hay que hacerse una depilación integral", explicaba una de las damnificadas.

Tampoco pareció gustar la calidad y el diseño de los pareos de la colección, ya que la tela es "demasiado pesada" y el tacto de esta era bastante desagradable. A la hora de usarlo, el pareo no tapaba lo suficiente peso y se enrollaba a la cadera.

Otras usuarias simplemente se dedicaron a compartir los desperfectos que vieron, como costuras mal hechas, hilos sueltos, puntadas deshilachadas o una tela tan fina que trasparentaba todo. "Tiene pinta que das un paso y se te ve hasta el alma", escribían en los comentarios.

De momento ni Kylie ni la marca se han pronunciado al respecto y las críticas siguen apareciendo no solo por la calidad, sino que tampoco es una marca inclusiva porque los diseños no se ajustan a cualquier tipo de cuerpo, excluyendo a los más grandes.

Muchas de las afectadas recomiendan no gastarse todo el dinero que cuestan estos bikinis y emplearlo en varios de otras marcas mucho más baratas y con mejor calidad.