Así resucitó 'Circe', de Chapí, una de las grandes óperas españolas

  • El pasado fin de semana, el Teatro de La Zarzuela recuperó un tesoro perdido de la música española.
  • Chapí compuso esta ópera en 1902, pero quedó olvidada durante más de un siglo.
Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Teatro de la Zarzuela de Madrid.
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Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Con tres golpes de gong, un tam-tam y una oscura melodía de violonchelos comenzaba la ópera Circe, de Ruperto Chapí (1851-1909). Ese es el lúgubre principio de la obra… y la culminación de un inmenso trabajo que ha concluido con el estreno (en versión de concierto) de una ópera monumental que Ruperto Chapí compuso en 1902, siete años antes de morir. No estaba, en realidad, perdida. Estaba olvidada, que es casi peor. Nadie ha oído esa música en más de un siglo, desde que se representó en Buenos Aires en 1910.

Una de las señas de identidad del Teatro de La Zarzuela es la recuperación de tesoros “perdidos” de la música española. Hace unos tres años Daniel Bianco, director del teatro, se reunió con varias personas más; entre ellas el profesor Emilio Casares, musicólogo y director del Instituto Complutense de Estudios Musicales, y Mari Luz González, directora del CEDOA-SGAE, el Centro de Documentación y Archivo de la sociedad de autores: una institución que atesora, literalmente, miles de obras musicales de nuestra historia. Buscaban un título que el teatro pudiese rescatar del olvido.

El profesor Casares lo aconsejó: debería ser Circe, de Ruperto Chapí. Una ópera netamente española. No porque contenga música popular y sandunguera, sino porque está escrita en español, por un legendario compositor español (Chapí escribió más de 300 obras, sobre todo zarzuelas como La revoltosa o El rey que rabió) e inspirada en una obra teatral española: El mayor encanto, Amor, de Calderón de la Barca.

Cartel de 'Circe', en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
Cartel de 'Circe', en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
TEATRO LA ZARZUELA

Es una gran ópera de tres actos con una orquesta muy numerosa: solo percusionistas hay seis. El manuscrito original de Chapí estaba en el CEDOA. Se encargó al director de orquesta Juan de Udaeta la revisión y edición de la nueva partitura a partir de los miles de pentagramas que escribió Chapí, con su diminuta caligrafía de hormiguita. Concluir ese trabajo llevó 14 meses. El último en agregarse al equipo de Circe fue Enrique Mejías, coordinador de los anteriores y responsable de elaborar los materiales de orquesta.

Circe, cuyo libreto es de Miguel Ramos Carrión, se escribió para la inauguración del desaparecido Teatro Lírico, que ocupaba lo que hoy es la sede del Consejo General del Poder Judicial. Toma su argumento de donde lo tomó Calderón: la mitología griega. En la Odisea de Homero, Ulises y los suyos llegan a la isla de Eea, donde reina la maga Circe. Esta, que tiene un carácter más bien difícil, convierte a los soldados en animales, pero se enamora de Ulises (debió de enamorarse mucho porque tuvieron tres hijos, según cuenta Hesíodo) y el héroe se debate entre el amor y el deber de regresar a Ítaca.

La ópera de Chapí tiene muy pocos personajes: Circe, que en 1902 fue Carlota Ferral y que ahora fue interpretada por la soprano Saioa Hernández; Ulises, que hace un siglo fue el tenor Augusto Diani y que ahora cantó Alejandro Roy; Arsidas, lugarteniente de Ulises (Rubén Amoretti, bajo); las sombras de Aquiles y de la diosa Juno, que interpretó Marina Pinchuk, y un coro muy numeroso y de importancia esencial, como sucede en las tragedias griegas: unas veces está en escena y otras no, y tiene que interpretar tormentas en el mar, bacanales, augurios… Casi tres horas de función dirigida por Guillermo García Calvo.

Es una ópera con todas las de la ley, compuesta de una forma muy moderna: no hay arias ni dúos en los que el público pueda pararse a aplaudir, va todo seguido. “Un maravilloso dramón que pretendía contribuir a la creación de una gran ópera nacional española”, dice el maestro Juan de Udaeta, “como hizo Wagner en Alemania. Pero eso no salió bien”.

"Un maravilloso dramón que pretendía contribuir a la creación de una gran ópera nacional española"

¿Por qué no? ¿Por qué una ópera tan grande y perfecta como Circe no tuvo continuidad? “Quizá porque los españoles preferimos lo de fuera a lo nuestro”, dice Udaeta, “porque Circe no es un caso único: entre el 30 y el 40% de la mejor música española hoy no se conoce. O quizá fue porque España, en 1902, no estaba para muchos trotes: acababa de caer la enorme crisis del 98, la situación económica era desastrosa y el país estaba moralmente hundido”.

Pero ha pasado un siglo. Ahora veremos si la “resurrección” de uno de nuestros tesoros musicales ocultos es flor de un día o tiene continuidad. La obra merece que sí la tenga.

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