Al grito de "¡Vallekas, puerto de mar!", miles de participantes (hasta 7.000) no quisieron perderse este domingo una nueva edición de la tradicional batalla naval, que se celebra desde hace 28 años con motivo de las fiestas del Carmen (la Karmela aquí) y que para los vecinos es un referente "de la utopía y la reivindicación" que siempre han dirigido la vida del barrio.

Según explican desde la Cofradía Marinera de Vallecas (los organizadores), en los últimos años la batalla ha tenido que ser rescatada de la "clandestinidad" a la que pretendía someterla la Junta Municipal del Distrito, algo que parece no haber logrado, ya que la fiesta aparece incluso en prestigiosas guías de viajes de la capital.

Ni siquiera Hugo (un grumete de tres años) quiso perderse el evento más húmedo de la temporada, donde todos acabaron calados hasta los huesos gracias a los miles y miles de litros que regaron las calles. "Es su tercera batalla, viene desde que nació", cuenta su familia, que llevaba al pequeño a bordo de su carrito.

Y como ellos, miles de madrileños (provistos de los más variados artilugios) aliviaron las altas temperaturas a base de pistolas de agua, mangueras y cubos (muchos de los cuales, caían, directamente, de los cielos).

A remojo

Daniel Muñoz, 19 años: "Vengo porque me lo paso en grande"

Este vecino lleva "cinco años" acudiendo fielmente a su cita con el agua. "¿Que por qué vengo? Porque me lo paso en grande. Soy de Vallecas y quedamos siempre un grupo de amigos para calarnos".

Toño Ruiz, 42 años: "Venimos la familia desde siempre"

Con gafas, gorro de ducha y manguitos, asegura que lleva "toda la vida" viniendo a la batalla en compañía de la familia, vecinos y amigos: "Nos lo pasamos muy bien y disfrutamos de lo lindo".

Otaviano Oliveira, 44 años: "Soy fijo desde hace tres años"

Desde que "hace tres años vine por primera vez, soy fijo", explica este vecino. Este año viene acompañado de una amiga novata "a la que hemos convencido y es su primera batalla. ¡Que se prepare!".