Algo falló para suspender durante el curso: o no estudiaste lo suficiente o lo hiciste mal. Aunque también existe la opción de que te de dejaras una o varias asignatura directamente para septiembre.

Sea cual sea el motivo, el caso es que en verano toca hincar los codos. Y la mejor manera para asegurarse el aprobado y no perder el tiempo es hacerlo correctamente ¿Cuál es la mejor forma? Te damos todas las alternativas (legales) con sus pros y su contras.

El material

Lo primero que debes hacer es recopilar los apuntes, libros y demás recursos que necesitas para cada asignatura. Reúne todo el material que aparece en el temario y la bibliografía con vistas al examen, ya tendrás tiempo de seleccionar si es necesario.

La mejor vía es pedírselo a un compañero que sacó una nota buena en esa asignatura. Puede que tus apuntes (si tienes) estén bien o puede que no. Obviamente, si estudiaste suficientemente con ellos y suspendiste no estarán del todo bien. Si no te presentaste, no puedes saberlo.

Por eso lo más seguro es utilizar los del empollón de la clase (una vez aprobado ya no le importará dejar que los fotocopies) o, al menos, si prefieres utilizar los tuyos, compararlos para comprobar que están bien y completos.

En el caso de no tener esa opción, en última instancia puedes recurrir a Internet para conseguirlos. Hay decenas de webs donde puedes descargarte apuntes: desde la famosa www.rincondelvago.com, donde podrás encontrar documentación de todo tipo de materia, incluidas las de FP, www.apuntesuniversitarios.8m.com , www.apuntes21.com o www.apuntesuniversidad.es , en la que puedes buscar por carrera, facultad e incluso profesor, entre muchas otras.

Además, la mayoría de estas páginas contienen ejemplos de exámenes, ejercicios, trabajos y diferentes recursos didácticos (leyes, tablas, nomenclaturas...) que te ayudarán a completar el estudio.

La forma

A continuación, debes hacerte un planning de estudio atendiendo a los días disponibles, fechas de los exámenes y asignaturas pendientes. No todas requieren el mismo tiempo y esfuerzo.

Hay varias formas de ponerse manos a la obra. La habitual es estudiar solo, de forma individual, aunque no es la más conveniente para los que tienen dificultades o fuerza de voluntad.

En ese caso la mejor opción es acudir a una academia o profesor particular. Abundan en todas las ciudades y es una buena forma de conocer gente y de obligarte a estudiar.

Si te convence esta modalidad, pero quieres estar solo o no moverte de tu habitación, puedes preparar la asignatura contratando un profesor a domicilio (te saldrá más caro) o a través de una academia online. En cualquier caso puedes buscarlo por materia, provincia o palabras claves en www.tusclasesparticulares.com

Pero, por mucho prestigio y experiencia que tengan algunas, nosotros recomendamos otro tipo de profesor particular: al igual que con los apuntes, el ideal es un amigo o compañero que haya aprobado la asignatura con buena nota y sin dificultad.

Además de más barato, nadie como él o ella (lo acaba de estudiar y con éxito) para decirte cómo hacerlo, explicarte lo que no entiendes y guiarte por el material de estudio.

Otra alternativa es hacerlo junto a un compañero que tiene la misma asignatura pendiente. El hecho de quedar te obliga a ponerte a estudiar y, aunque a veces se pierde un poco de tiempo, resulta más ameno e incluso práctico; lo que no entiende uno lo entiende el otro. Eso sí, esta fórmula es adecuada en ciencias y materias basadas en la comprensión, no para asignaturas de memorizar.