La denuncia por presunta prevaricación hacía referencia a la gestión de un expediente sancionador a un ganadero. Agentes del Seprona de la Guardia Civil habían hallado 142 corderos y una cabra sin identificación en una parcela que no era una explotación agraria.

La Dirección General inició expediente sancionador contra el supuesto responsable, pero éste alegó que los animales eran de su sobrino, el cual reconoció ser el propietario. Torrens dictó resolución, en contra del criterio de los técnicos, archivando el expediente para el primer afectado y sancionando al sobrino.

Tal y como ha adelantado el diario 'Última Hora', el Juzgado rechaza que Torrens actuara de forma "espontánea y sin trámite alguno" o "sin fundamentación". El auto, al que ha tenido acceso Europa Press, señala que cerró el procedimiento basándose en la documentación aportada y concluye que no se observa ninguna resolución injusta o arbitraria.

Este martes, Torrens ha celebrado la decisión del Juzgado, considerando que el procedimiento "ha sido impecable" aunque lamentando que "han sido seis meses muy largos" en los que "la duda" planeaba sobre él.

Torrens ha lamentado que la denuncia era "infundada" y ha insistido en que actuó "guiado por los servicios jurídicos de la Conselleria". Además, ha agradecido el "apoyo incondicional" de familiares y amigos.