¿Okupación o subarriendo ilegal? Las dudas hacen 'tambalearse' el caso de la anciana supuestamente desalojada por una joven okupa

  • La anciana afirma que su cuidadora se apropió del piso mientras ella estaba en el hospital.
  • La joven asegura que subarrendó el piso, que es de renta antigua, lo que podría poner fin a esa protección.
Carmen Franquelo, entrevistada en Telemadrid.
Carmen Franquelo, entrevistada en Telemadrid.
TELEMADRID
Carmen Franquelo, entrevistada en Telemadrid.

El caso tiene todos los ingredientes para despertar la compasión y la indignación ciudadana: una anciana que, tras volver del hospital, se encuentra con que ha sido desalojada por su cuidadora, que ha okupado el domicilio en pleno centro de Madrid. La mujer, en silla de ruedas, llorando en el descansillo porque no la dejan entrar. El líder de la empresa Desokupa aporreando la puerta antes las cámaras gritando "¿Vas a dejar a la señora con 90 años aquí fuera?" 

Sin embargo, la investigación policial ha revelado varios datos que ponen en tela de duda un caso que en las últimas semanas se ha vuelto viral y que ha ocasionado al menos una concentración a las puertas del edificio de la vivienda supuestamemte okupada. 

Fuentes policiales han asegurado a 20minutos que los agentes han encontrado evidencias que pueden apuntar a que no se trata de una okupación, sino del subarriendo de una casa de renta antigua que, si se prueba ante el juez, podría poner fin a un privilegiado contrato: vivir en una de las zonas más caras del país por cerca de cien euros.

La versión de la familia: una okupación

Los agentes tuvieron conocimiento del caso a principios de agosto, debido a los enfrentamientos y peleas entre las dos partes actoras en el drama: una joven estudiante marroquí, Loubna (también llamada simplemente Luna) y los familiares de la anciana, Carmen Franquelo. 

Estos familiares relataron que Carmen vivía desde hace cuatro décadas en el piso de 180 metros cuadrados ubicado en las inmediaciones de la Plaza Mayor de Madrid. Es beneficiaria de un contrato de renta antigua, en virtud del cual solo paga alrededor de 115 euros al mes, según ha llegado a admitir su propio hijo ante los medios.

La anciana compartía su piso desde 2017 con Loubna. Los familiares afirman que era su cuidadora, que se había ofrecido a velar por la nonagenaria y compartían gastos a cambio de tener un sitio para vivir durante sus estudios. Que en ningún momento se ha tratado de un subarriendo. 

Pero la anciana, según su familia, tuvo que ausentarse hace dos meses de su domicilio porque ingresó en el hospital. Al volver, se encontró con que la cerradura había sido cambiada y que su antigua cuidadora la había expulsado de su propio piso. 

Peleas ante las cámaras

Los familiares comenzaron a denunciar la supuesta okupación en varios medios y comenzó a ganar relevancia. La empresa Desokupa, especializada en resolver este tipo de invasiones, se ofreció a intervenir de forma gratuita y se presentó con las cámaras de Telemadrid a las puertas de la vivienda.

Daniel Esteve, el conocido propietario de Desokupa, golpeó al puerta para exigirle a Loubna que dejara entrar a la anciana. "¿Vas a dejar aquí afuera a la señora Carmen, con 90 años y con todas sus cosas dentro?" Después llamó a la Policía y los agentes entraron en el domicilio y hablaron con la joven y con el hijo de Carmen.

Tras ello se retiraron, pero Carmen siguió sin entrar de nuevo al piso.  "No entiendo nada, cómo se puede tener tanta maldad", dijo ante las cámaras.

La versión de la joven: subarriendo

Pero la investigación policial ha desvelado varios datos que hacen tambalearse a esta versión de la okupación.

Loubna dijo a los agentes que vivía en el piso no como cuidadora, sino como arrendadora. Desde 2017 paga a la señora unos 400 euros al mes. Hasta 2019 compartieron el piso, pero en ese año Carmen se fue a vivir con su hermano, dejándola sola en el inmueble, según la joven.

Respaldó sus afirmaciones con documentos. Mostró a los investigadores un contrato manuscrito supuestamente firmado por la anciana y varios recibos por 400 euros. Y se niega a dejar el piso porque aduce que tiene un acuerdo que respalda su permanencia.

Carmen no ha podido presentar hasta ahora ningún contrato. La familia afirmó en Telemadrid que guardaba el documento en casa, pero que desapareció de su sitio cuando fueron con la Policía al piso. Sí han mostrado varios recibos pagados a la propietaria del inmueble. 

Contrato de renta antigua

En caso de probarse que Carmen subarrendaba el piso, la propietaria del piso tendría una causa para poner fin al contrato de renta antigua. De hecho, los agentes se han entrevistado hace unas semanas también con la hija de esta propietaria, que les ha informado de que ya habían presentado una demanda civil contra la nonagenaria para la recisión.

Los investigadores comentan que la familia de la anciana ha cambiado varias veces su versión de los hechos y que se ha enfrentado varias veces a la joven para exigirle que abandone el piso, al grado de que se ha requerido la intervención policial. 

La primera vez fue a principios de agosto, cuando los agentes fueron llamados para terminar la discusión, y que marcó el momento en el que comenzaron las investigaciones. La más reciente ha sido este mismo miércoles, cuando fue convocado un escrache frente al edificio.

La familia afirma que sus intenciones son trasladarse al piso para cuidar de la anciana. En todo caso, necesitan que la situación se resuelva antes de que termine septiembre, cuando tocaría renovar el contrato de renta antigua, que puede llegar a su fin si se llegara a acreditar que Carmen no vive en el domicilio o que lo ha subarrendado.

Las denuncias de todas las partes ya están presentadas ante el juez, y la Policía está terminando la investigación para enviarle el informe. Será entonces cuando se tome una decisión judicial y se aclare si se ha tratado o no de una okupación.  

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