Enrique, un niño de 21 años

El príncipe vuelve a pedir perdón por vestirse de nazi y dice que aprecia «mucho» a Camilla Parker-Bowles.
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Enrique se hace mayor. El hijo menor de Carlos de Inglaterra celebró ayer su 21 cumpleaños. Para la ocasión, el díscolo príncipe mostró su cara más amable e intentó resarcirse de su rebelde pasado. Así, reiteró sus disculpas por enfundarse un disfraz de nazi en una fiesta. «Fue algo estúpido. Lamento si he ofendido a alguien», afirmó. Pero no sólo eso. También tuvo palabras muy cariñosas para la esposa de su padre, Camilla Parker-Bowles. El joven negó que la duquesa de Cornualles sea una «madrastra malvada». Al contrario. Él y su hermano, el príncipe Guillermo, la quieren «muchísimo». Eso sí, Enrique no descarta volver a estar en el ojo del huracán por sus acciones extramonárquicas. «Siempre voy a tener algo de niño», asegura.

Guillermo y Enrique: como el día y la noche:

Guillermo

Vacaciones con amigos. Pasó unas minivacaciones en el puerto escocés de Tobermory, conocido por aparecer en una serie de la BBC.

Trabajará en la City de Londres. Para aprender a administrar bien sus negocios, entre ellos, el ducado de Cornualles.

Estudioso y con carrera.   El primogénito de Carlos y la difunta Lady Di se graduó el pasado verano en geografía por la Universidad escocesa de San Andrews. De nota media sacó un notable.

Creen que debe ser el próximo rey.   En vez de su padre, según la mayoría de los británicos.

Vive con su novia. Carlos de Inglaterra ha aprobado que su hijo mayor y Kate Middleton vivan juntos en la residencia de Clarence House.

Enrique

De fiesta en Argentina. Quería olvidar una pelea con un fotógrafo al que rompió el labio, pero acabó saliendo de marcha cada día.

Al ejército. Cuando termine el curso en la academia militar de Sandhurst se unirá a un regimiento de infantería.

Lo pillaron copiando. Lo han acusado de hacer trampas para aprobar un examen de arte al que presentó, como si fueran suyos, dibujos pintados por otro. Una profesora dijo de él que era un estudiante «flojo».

Le gusta fumar y la cerveza. Quiere ser «normal» aunque esté en la línea de sucesión.

Herencia en peligro. Temen que se gaste toda su fortuna –asciende a 40 millones de euros– en montar una casa para vivir con su novia, Chelsy Davy.

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