Así, en un comunicado han lamentado que hace apenas una semana una celadora y un vigilante del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria de Málaga fueron víctimas de una agresión por parte de un usuario, que les insultó y amenazó, llegando a golpear al profesional de seguridad.

En señal de condena y repulsa por este nuevo episodio de violencia hacia profesionales del sistema público de salud hubo una nueva concentración en las Urgencias del citado hospital para apoyar a sus compañeros. Tanto la celadora como el vigilante requirieron asistencia sanitaria y permanecen de baja en la actualidad.

Desde CSIF han insistido en que este tipo de situaciones hacia profesionales sanitarios se dan "con frecuencia, y pueden verse agravadas por la compleja situación de cobertura de servicios sanitarios mínimos este verano".

"La falta de profesionales, los déficits en la atención y las restricciones y aislamientos derivados de la COVID hace que se produzca un peligroso cóctel que puede propiciar un incremento de las agresiones", han sostenido.

El sindicato CSIF ha criticado, además, que el Plan de Vacaciones establecido por la dirección del SAS "no da respuesta a las necesidades asistenciales de la población, haciendo muy difícil garantizar la prestación de un servicio público de calidad a la ciudadanía, algo que es un elemento añadido que podría abonar el terreno para agresiones al personal de nuestra sanidad pública".

Para la central sindical, "las contrataciones con las que el SAS pretende afrontar el verano son, a todas luces, insuficientes en el conjunto de las categorías para cubrir las necesidades de los centros, tanto de Atención Primaria como hospitales, algo que repercutirá en la calidad asistencial que se presta a los usuarios".

Por ello, CSIF entiende que "deberían reforzarse los efectivos de seguridad de los centros sanitarios situados en zonas vacacionales como medida preventiva y disuasoria de comportamientos violentos hacia los profesionales de la sanidad pública".