Seis consejos para ahorrar durante las vacaciones del verano

  • Elegir el lugar y tipo de alojamiento, establecer presupuestos, limitar gastos... son algunas maneras para ahorrar.
Ambiente en una playa de Benidorm (Alicante) este sábado.
Ambiente en una playa de Benidorm (Alicante) en una imagen de archivo.
EFE
Ambiente en una playa de Benidorm (Alicante) este sábado.

Agosto ya ha llegado y muchos ciudadanos están a punto de poner rumbo a la playa. Todo el mundo quiere descansar tras un año de trabajo marcado por la pandemia. Sin embargo, algunos se han dado cuenta de que no disponen de tanto dinero ahorrado como esperaban para poder disfrutar. ¡Qué no cunda el pánico! No todo está perdido, ya que es posible ahorrar durante las vacaciones de verano. Te damos seis consejos para lograrlo.

1. Elige bien el lugar al que viajas

A estas alturas, muchos trabajadores ya habrán decidido su destino de vacaciones e incluso habrán comprado los billetes y reservado el hotel. Lo más lógico es que hayan tomado estas decisiones teniendo en cuenta el dinero del que disponen.

En el caso de que todavía no hayas decidido el lugar donde quieres escaparte y el tiempo que vas a permanecer allí, tienes que tener en cuenta algunos factores como los gastos de transporte, alojamiento y el coste de vida. Una estancia de una semana en Nueva York no cuesta lo mismo que en Barcelona.

Una vez tengas claro el destino, recuerda que siempre sale más barato alojarse en una casa que en un hotel. Tampoco sirve de nada coger el alojamiento más barato de la ciudad si resulta que luego hay que gastar mucho dinero en transporte o no existe ningún restaurante o supermercado en la zona.

2. Establece un presupuesto

Cuando ya hayas decidido el destino, puedes establecer un pequeño presupuesto teniendo en cuenta el dinero que puedes gastar durante el viaje. Incluye todos los gastos que se te puedan ocurrir, ya que cuanto más detallado sea menos imprevistos te surgirán luego.

A partir de ese presupuesto, puedes ponerte un límite de gasto diario. Esta cantidad tope no tiene que ser igual todos los días, ya que no harás las mismas actividades a diario. Sin embargo, sí debe ser coherente con el presupuesto global. Si un día no llegas a ese máximo, no pasa nada, lo acumulas para el siguiente.

3. Limita gastos innecesarios

Muchos ciudadanos identifican el verano con el despilfarro, sin embargo las vacaciones son una buena ocasión para controlar los gastos. Sin mucho esfuerzo, se pueden llevar a cabo muchos pequeños gestos que permiten ahorrar.

Uno de los gastos más elevados en la época estival es la comida. No es necesario comer y cenar en restaurantes todos los días de las vacaciones. Algún día se puede disfrutar de un bonito picnic en un merendero o, si es posible, hacer la cena en el alojamiento.

Otro gasto innecesario de los viajes es el desayuno del hotel. Si no está incluido, suele tener un precio desorbitado. Normalmente sale mucho más barato acudir a un bar de la zona y todavía más prepararlo uno mismo comprando en un supermercado.

El transporte también suele implicar otro importante desembolso en las vacaciones. Por eso, conviene mirar cada gasto con lupa. No hace falta ir en taxi a todos lados, sino que en algunos trayectos se puede optar por el transporte público o dar un paseo. El planeta, tu salud y tu bolsillo, lo agradecerán.

4. Vende algunas cosas que no necesites

No solo cuando salgas de casa puedes ahorrar, también puedes hacerlo desde casa. Aprovecha el verano para deshacerte de aquellas cosas que tienes en casa y que no utilizas desde hace varios años. Echa un vistazo al armario y escoge toda la ropa que ya no te pones. Haz lo mismo con antiguos juguetes o aparatos en desuso. Hay multitud de aplicaciones para vender estos productos.

5. Ahorra la misma cantidad cada semana o cada mes

Asimismo, puedes aprovechar estas semanas de descanso para adquirir un hábito: mantener un nivel de ahorro. A partir del presupuesto que has elaborado, guarda un poco de dinero cada semana. No tiene por qué ser mucho dinero, ya que lo importante es que se convierta en una costumbre. Lo mejor es automatizar los movimientos desde la cuenta bancaria. Cada semana o cada mes transfieres una cantidad determinada a otra cuenta y ese dinero no lo puedes tocar.

6. Abre una cuenta de ahorro

Una vez que ya has conseguido empezar a ahorrar durante el verano, lo mejor es no perder el hábito para que no vuelva a ocurrir lo mismo dentro de un año. Tener una cuenta de ahorro resulta ideal cuando se quieren evitar imprevistos. Si no se dispone de una, ahora es el momento de abrirla. Además, no conviene olvidar que existen cuentas de ahorro remuneradas que aportan una rentabilidad por el dinero guardado. 

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