Los nacimientos superan por primera vez desde hace 24 años a las defunciones en Aragón, que empieza a recuperar su crecimiento vegetativo. El año pasado hubo 13.673 nacimientos mientras que se registraron 13.293 fallecidos, lo que arroja un saldo positivo de 380 habitantes, según un informe presentado ayer por el Consejo Económico y Social de Aragón (CESA).

Sin embargo, este crecimiento se ha producido gracias al tirón de la provincia de Zaragoza (que agrupa el 72% de la población de la comunidad). En Huesca y en Teruel, donde la dispersión poblacional es mayor y el envejecimiento de la población más grave, el crecimiento vegetativo sigue siendo negativo.

Las causas de la mejoría están en el crecimiento demográfico, principalmente debido a los inmigrantes, y a la creciente mejoría de la sanidad y la calidad de vida. De hecho, a finales de 2008 residían ya en Aragón 154.892 extranjeros, un 24,5% más que el año anterior. En 2001, eran 25.097.

Otro de los motivos de este saldo positivo es que la esperanza de vida cada vez es mayor en la comunidad. En 2008, se situó en 81,8 años, mientras que tan sólo un año antes era de 80,2 años.

Tendencia al alza

La comunidad aragonesa aumentó su población en 2008 por décimo año consecutivo con 1.326.918 habitantes (un crecimiento de un 2% con respecto a 2007), y en los últimos años la diferencia entre defunciones y nacimientos era cada vez menor.

Es la primera vez desde 1985 que se da esta situación positiva. En los 90 hubo años en los que el crecimiento vegetativo llegó a computar un saldo negativo de 4.000 habitantes en Aragón.

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