Tras una mañana con un incesante goteo de compradores pero sin aglomeraciones, las tiendas, sobre todo las de moda, registraron durante la tarde del miércoles un lleno casi absoluto. Y es que el primer día de las rebajas atrajo al gran grueso de compradores, ávidos de adquirir las mejores gangas.

Unos 30.000 comercios catalanes subieron las persianas con descuentos entre el 40 y el 50% en la mayoría de productos. En algunos casos llegaron incluso al 70%. Para el secretario general de la Confederación de Comerç de Catalunya (CCC), Miguel Ángel Fraile, la convocatoria de rebajas arrancó «muy agresiva» para combatir los efectos de la crisis.

La CCC prevé que cada catalán se gaste unos 200 euros de media, 10 menos que en el verano pasado, y que los comercios facturen unos 600 millones, cifra entre un 5 y un 10% inferior a la de 2008.

Por su parte, en las tiendas más céntricas de Barcelona, la mayoría de los dependientes doblaban su turno para hacer frente a los compradores. Y sus encargados coincidían en asegurar que a medida que pasaban las horas notaban una mayor afluencia de público. «Ha empezado tranquilo, pero esto se va animando», aseguraba la responsable de un establecimiento de moda joven.

Mientras, los compradores buscaban la gran oferta. Era el caso de David e Irene, pareja natural de Tortosa. «Es mi minuto de gloria. Después me tocará aguantar bolsas», aseguraba él con cinco perchas en la mano. El presupuesto que destinará toda la familia (el matrimonio y sus dos hijos) en las rebajas es de 200 euros. En otra tienda, Sílvia iba acumulando prendas en su brazo. «No me lo quedaré todo», aseguraba. Pero, según dijo, ella no se ha puesto límite. «Si algo me gusta y está bien de precio, me lo quedaré», dijo.