Bruselas cumple su aviso: la Comisión inicia acciones legales contra Hungría y Polonia por violar los derechos LGTBI

Viktor Orbán, a su llegada a la cumbre del Consejo Europeo.
Viktor Orbán, a su llegada a la cumbre del Consejo Europeo.
EFE
Viktor Orbán, a su llegada a la cumbre del Consejo Europeo.
La Comisión Europea ha iniciado este jueves sendos expedientes sancionadores contra Hungría y Polonia.
Europa Press

Bruselas lanzó la advertencia hace unos días, y ahora la ha cumplido: la Comisión Europea inició este jueves acciones legales contra Hungría y Polonia por vulnerar los derechos del colectivo LGTBI. En el caso de Budapest, la denuncia viene por la ley que prohíbe, entre otras cosas, hablar de homosexualidad en los colegios, y el cero sobre Varsovia se ha echado por declarar a lo largo de todo el país -especialmente en las zonas rurales- lugares "libres de LGTBI".

"Europa no tolerará nunca que miembros de nuestra sociedad sean estigmatizadas ya sea por la persona a las que aman", expresó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tras anunciarse la medida. De todos modos, el proceso que ahora se inicia es largo. "Estamos en el inicio, pero el hecho de dar este paso ya muestra la determinación de la Comisión", comentan de forma breve fuentes consultadas por 20minutos. El procedimiento arranca ahora con el envío de una carta a los gobiernos de Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki en las que el Ejecutivo comunitario muestra su preocupación y da dos meses a ambos para "corregir" su deriva.

Cuando ese plazo se acabe, arrancará una etapa de diálogo para acercar posturas y si no se resolviera la situación, ambos casos podrían acabar en el TJUE. ¿Qué puede pasar si se llega a ese punto? Que se aprueben sanciones contra Budapest y Varsovia o, lo más lógico, que los tribunales europeos no se consideren competentes para resolver el asunto. De hecho, los líderes precisamente recurren a esa tesis: se trata de cuestiones internas de los países.

"No va contra la homosexualidad, habla de los derechos de los padres. La ley ya está aprobada", dijo Orbán sobre su norma LGTBI, condenada en el último pleno del Parlamento Europeo, en el que el Gobierno húngaro solamente encontró el apoyo explícito de los grupos de ultraderecha. La Eurocámara lo tiene claro: la solución pasa por congelar la llegada de los fondos de recuperación a Hungría mientras no se respete el estado de derecho. 

Otra posibilidad es la aplicación del artículo 7, que dejaría sin voto en el Consejo al Estado en cuestión por no cumplir con el artículo 2 del TUE, que recoge los valores sobre los que se sustenta la Unión Europea. No obstante, esa vía está cerrada porque exige unanimidad en el Consejo, y Hungría y Polonia están dispuestas a protegerse entre ellas. Los procedimientos del artículo 7 están abiertos en ambos casos, pero su recorrido es muy limitado.

No se puede hablar de homosexualidad en las escuelas

La ley anti LGTBI aprobada por el Parlamento húngaro prohíbe, por ejemplo, que los docentes responsables de la educación sexual en las escuelas hagan "propaganda" de la homosexualidad o el cambio de sexo. Orbán defiende que esta medida hace que el poder de decisión "esté en los padres" a los que, añade, la norma "defiende". Una ley que según él "no va en contra de la libertad", La norma, asimismo, prohíbe publicar en espacios a los que los menores tienen acceso contenidos sobre homosexualidad, cambio de sexo o "interpretaciones arbitrarias" de la sexualidad.

En el caso de Polonia, Bruselas ha intentado en varios contactos convencer a las autoridades nacionales de que actuaran contra la decisión de varios municipios de declarar en 2019 que su territorio eran "zonas sin ideología LGTBI". Los servicios comunitarios consideran insuficientes las explicaciones recibidas de parte de Varsovia, que ha ignorado algunas de las peticiones de Bruselas, y ven en la declaración de estas zonas un caso de discriminación por razón de orientación sexual, además de lamentar la falta de cooperación del Gobierno polaco.

La 'lucha' de la UE con los gobiernos de Hungría y Polonia ya se alarga durante años y la Comisión nunca había dado un paso tan importante como este. De hecho, la Eurocámara avisó hace solo unas semanas de que está dispuesta a llevar al Ejecutivo comunitario ante los tribunales si mantiene "su inacción" respecto a las decisiones de Orbán y Morawiecki. En las instituciones, también en el Consejo, hay cierto consenso contra las medidas de Hungría y Polonia, pero mientras sus líderes se sostienen entre ellos.

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