María Toledo (Warner, 2009) sale este martes a la venta para presentar al público la voz de esta joven, que ya ha sido calificada por muchos como la Diana Krall española.

¿Cómo llegó al flamenco siendo toledana?

Mis padres son muy aficionados. El flamenco es de España, como en Japón, por ejemplo o en América. El flamenco no tiene fronteras. Llevo presentándome a concursos hace mucho tiempo como la Bienal de Cádiz o Las Minas. Tengo una voz flamenca acompañada de piano, batería y contrabajo.

Y esa característica se encuentra en su disco.

Sí porque hay canciones muy variadas como una jota con Carmen París, un tango con Arcángel, una balada persa, un tema con la Shica, unos tangos flamencos y una versión del tema Una décima de segundo de Nacho Vega. El disco lo presentamos en Clamores, donde él siempre actuaba, y le rendimos un homenaje casual.

Hay tres temas suyos, ¿seguirá componiendo?

Sí, poco a poco iré metiendo más temas míos, pero me apetecía mostrar toda la música que me ha influido.

¿Es además una manera más fácil de llegar a más público?

Así la gente que no ama el flamenco también se puede acercar.

¿Ha escuchado críticas de los puristas?

No, porque toda la gente del flamenco, que es un género minoritario, me conoce y respeta. Lo que critican es que llamemos flamenco a lo que no lo es. Discos como el de Pitingo o el mío ayudan al flamenco, pero mi disco no es flamenco.

¿Cómo lo definiría?

De música del mundo. Tengo el alma flamenca tan metida que canto así.  El título del disco es mi nombre porque explica el sacrificio. Llevo trabajando en esto desde 2007 y me han hecho ofertas, pero no me gustaba el camino que me marcaban.

¿Cómo explica que el flamenco sea minoritario en España?

Manolo Sanlúcar decía en su libro que por qué el flamenco no se puede hacer en un estadio de fútbol. Tendemos a decir que es más sentido en lugares pequeños, pero esa mentalidad atrasa el flamenco.

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