La crisis económica está provocando que cada vez más zaragozanos opten por realizar ellos mismos sus arreglos domésticos, para ahorrarse el tener que llamar al electricista o al fontanero, y adapten su ropa de temporadas anteriores para no tener que renovar el armario, según diversos ferreteros y modistas consultados por 20 minutos. Estos colectivos han visto cómo su trabajo se ha incrementado un 10% respecto al año pasado.

Quitar las hombreras, cambiar las solapas, acortar las faldas o simplemente ensanchar la cinturilla son las operaciones más habituales que realizan las modistas zaragozanas. «Se nota que los clientes tienen más necesidad y por eso intentan rentabilizar la ropa que tienen y comprar lo mínimo», subrayan fuentes del taller de costura Taylor.

Trajes completos, pantalones, ropa de ceremonia... Cualquier prenda es susceptible de sufrir un retoque. «Con los cambios de temporada sufrimos una avalancha porque se quiere reutilizar la ropa», destaca la encargada de La Tienda de los Arreglos.

El afán de ahorrar también ha llegado a los desperfectos de los domicilios particulares, especialmente en materia de electricidad, fontanería y pintura. «Cada vez hay más manitas que se lo hacen todo ellos mismos para no tener que llamar al profesional y tiran de herramientas sencillas y manuales», asegura el gerente de la ferretería Roymar, Antonio Royo.

Pintar un piso de setenta metros cuadrados puede costar hasta 400 euros si lo hace uno mismo, mientras que contratar a un profesional puede suponer un gasto superior a los 1.200 euros.

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