El suceso se remonta a mayo del 2019 cuando el menor, junto con varios amigos, se encontraban jugando a la botella en la casa de la acusada, una vivienda que frecuentaba al ser amigo de las hijas.

Según el escrito fiscal, en un momento del juego la mujer le pidió que la acompañase a otra estancia de la vivienda y "al principio se mostró reticente", "pero terminó cediendo" al ser "animado" por el resto del grupo.

Una vez en la habitación, la procesada, quien, según la acusación, sabía que contaba con 14 años de edad y con un claro ánimo libidinoso, comenzó a besarlo y a practicarle tocamientos, proponiéndole tener relaciones sexuales que consumaron poco después.

El juicio se ha celebrado a puerta cerrada. El menor ha asegurado que la relación se produjo, mientras que la acusada ha negado los hechos y ha asegurado que no se lo llevó de la habitación para mantener relaciones.

El ministerio público solicita una condena de 10 años de prisión, así como la prohibición de que la acusada se aproxime a menos de 300 metros de la víctima durante un periodo de 8 años en el que tampoco podrá comunicarse con él.

Por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución. El juicio ha quedado este jueves visto para sentencia.