Una tensa calma planea por el barrio de Los Rosales de la pedanía murciana de El Palmar (22.094 habitantes). Lo que debería ser un apacible barrio pegado a un importante hospital, como la Arrixaca de Murcia, es en realidad una zona conflictiva con mala fama.

Conviven familias de etnia gitana, marroquíes, subsaharianos y latinos con los vecinos de toda la vida. Una mezcla de riesgo ante el alto índice de paro en el barrio, que ya ha generado conatos de conflicto.

"Esto es un gueto y en cualquier momento puede estallar porque la gente no tiene trabajo. En la pedanía han aumentado mucho los robos", cuenta Yara Albacete, una estudiante.

"No hay trabajo. No tenemos ni para pagar el alquiler de la casa. Desde 2001 vivo aquí y no he tenido problemas con nadie, pero ahora está todo peor", dice un vecino marroquí, Ahmed Fajareb.

Peleas frecuentes

"El barrio está muy dejado y hace falta más vigilancia policial. Antes había más presencia que ahora", dice otra vecina del barrio, María del Carmen Roca.

Mariano Marín, un albañil en paro, asegura que "las peleas son frecuentes, con tiroteos y cuchilladas. Con tanto paro, el barrio es una auténtica bomba".

"En un edificio con 12 pisos sólo vive un español. Aquí tenemos pegadas en la misma calle, una al lado de la otra, una iglesia y una mezquita", dice José Galea, también desempleado.

Sin embargo, no todos piensan así: "Llevo 68 años viviendo en el barrio, desde que nací, y aquí no hay más problemas que en otros barrios. Puede ocurrir alguna pelea, pero lo normal entre chavales», dice José Pozuelo.

"En mi calle vivo con inmigrantes y no he tenido ningún problema. Hay una buena integración con ellos", cuenta Francisco Bernal, otro jubilado del barrio.

Para el alcalde pedáneo, Diego López (PP), "el barrio está tranquilo y se están acometiendo obras en instalaciones deportivas, pero no hay un plan de rehabilitación como en La Paz o el Espíritu Santo".

Además, el alcalde pedáneo asegura que se realizan tareas de limpieza en el barrio continuamente, "lo que no puede ser es que los vecinos luego dejen la basura en el suelo en lugar de en los contenedores".