Cinco años después de la norma que prohibió en Francia el uso del velo islámico en los centros públicos, el Gobierno estudia una ley para regular el uso del burka, informó este viernes el portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel.

"Si se demuestra que el uso del burka es contrario a los principios republicanos, el Parlamento afrontará sus responsabilidades", afirmó Chatel en la televisión pública France 2, y añadió que "los signos de pertenencia religiosa deben ser voluntarios y no impuestos, sobre todo a las mujeres".

Estas declaraciones llegan dos días después de que unos 60 diputados de partidos diferentes pidieran una comisión de investigación sobre la proliferación del burka, una túnica que cubre de pies a cabeza a las mujeres.

La polémica que ha resurgido en Francia es similar a la que se produjo en 2004 a por el uso del velo islámico y que desembocó en la creación de una ley que prohíbe el uso de cualquier signo religioso en los lugares públicos. Según diversos estudios, varios miles de mujeres utilizan en Francia el burka.

Diferentes posturas

La iniciativa del diputado comunista André Gerin de crear una comisión de investigación

Las posturas tanto del Gobierno como de la comunidad islámica francesa no son homogéneas. El ministro de Inmigración e Identidad Nacional, Eric Besson, afirmó estar "personalmente" en contra del burka, pero señaló que "cada uno es libre de hacer lo que quiera en la calle", una posición similar a la del Ministerio del Interior.

No obstante, la secretaria de Estado de la Ciudad, Fadela Amara, abogó por una ley que prohíba esta prenda.

El presidente del Consejo francés de Culto Musulmán, Mohamed Musaui, afirmó que el burka es "un fenómeno marginal" y el rector de la mezquita de París, Dalil Bubaker, recordó que el burka no es un precepto coránico y que su uso revela la expansión de un Islam fundamentalista que mira al pasado.

Hace pocos días el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró de acuerdo con su homólogo estadounidense, Barack Obama, sobre la obligación de los países occidentales de no coartar a los musulmanes en la práctica de su religión.