Según ha informado la Benemérita en un comunicado, la investigación comenzó el 4 de junio cuando dos turistas alemanes denunciaron que le habían robado dos teléfonos móviles valorados en 1.500 euros que habían dejado en unas hamacas de la piscina del hotel en el que se encontraban de vacaciones.
Además, señalaron que unos de los teléfonos sustraídos se encontraba en ese mismo momento en la localidad de Maspalomas, dato aportado por la aplicación de seguridad que tenía instalada en el terminal sustraído.
Una vez revisadas las grabaciones de seguridad del complejo, los agentes pudieron comprobar que un varón que vestía la indumentaria típica de los turistas y ocultaba su rostro con la preceptiva mascarilla y gafas de sol a pesar de encontrarse en el interior de un edificio, accedió al interior del establecimiento hacia la zona de la piscina para posteriormente abandonar el recinto.
El propio denunciante colaboró en la investigación aportando los datos los datos de geolocalización del terminal telefónico, pudiéndose obtener el trayecto realizado por el presunto autor una vez realizado el hurto, realizando las correspondientes pesquisas policiales que llevarían a los agentes a la identificación del mismo.
Sin embargo, el 12 de junio volvió al mismo establecimiento hotelero con la misma intencionalidad e indumentaria que en las ocasiones anteriores, siendo esta vez sorprendido y retenido por el personal de seguridad hasta la llegada de la Guardia Civil, que verificó su identificación y procedió a su detención por un delito de hurto.
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