El consumo de droga (especialmente el de cocaína y el de alcohol) se está incrementando y los ingresos en centros de atención a drogodependientes se han duplicado en el último lustro. Sólo el año pasado se registraron 1.491 nuevos tratamientos en todo Aragón y cada vez los casos que se detectan son más graves e incluso en niños de 14 años, según datos del Salud y de Proyecto Hombre.

El alcohol y la cocaína son las drogas que más adicciones generan, seguidas del cannabis y las anfetaminas, que cada vez están más extendidas, según los datos del último plan de drogodependencias del Salud.

De los 1.491 tratamientos iniciados el año pasado (en 2003 fueron 766), el 32,4% fueron de personas alcoholizadas, el 28,8% por cocaína y el resto por otras drogas. Los mayores incrementos se han registrado, sin embargo, en el consumo de porros y de anfetaminas.

A lo largo de 2008 se iniciaron 195 tratamientos a aragoneses adictos al cannabis, frente a los 50 del año 2003. En lo que respecta a las anfetaminas se registraron 82 ingresos, frente a los 21 de hace cinco años. Y cada vez afecta más a los jóvenes. Sólo en 2008, 231 jóvenes de entre catorce y 26 años fueron atendidos en Proyecto Hombre por consumir cannabis y cocaína, sobre todo.

Este incremento de casos se debe a que "hay mucha información y una mayor concienciación, pero no es suficiente", asegura José Carlos Aguelo, de Proyecto Hombre.

Además, crece la gravedad de los casos, ya que los afectados esperan más a buscar ayuda. Los drogodependientes sólo recurren a la terapia cuando empiezan a tener graves problemas personales (pérdida del empleo, discusiones familiares...), mientras que antes solicitaban tratamiento cuando se veían incapaces de controlar el consumo.

El Departamento de Salud está preparando un nuevo plan autonómico para prevenir la drogodependencia y otras adicciones, en colaboración con sanitarios, educadores, instituciones municipales y comarcales. El objetivo es ahondar y concienciar más a los más jóvenes sobre el riesgo de consumir estupefacientes.

"Con el tiempo pasaremos a tener más pacientes con enfermedades crónicas y con problemas de salud mental, y eso es muy grave", subraya la consejera de Salud, Luisa María Noeno, en referencia a los jóvenes que los fines de semana se emborrachan, toman otras sustancias y adquieren esta dependencia.

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