El 90% de la población de Zaragoza recibirá agua de boca de mayor calidad a finales de año gracias a los nuevos depósitos (renovados y cubiertos) de la planta potabilizadora de Casablanca. Este proyecto, con un presupuesto de casi 20 millones de euros, subsana las perdidas de líquidos de los viejos depósitos y permite aplicar un nivel de lo cloración mucho más bajo.

Con esta medida se pretende poner remedio al problema en la calidad del agua de Zaragoza. De hecho, se encuentra entre las ciudades españolas con peor calidad y en la que más agua embotellada se consume, según diversos estudios. El empujón definitivo llegará cuando la capital se abastezca completamente con el agua del pantano de Yesa, previsto para verano de este mismo año (aunque lleva ya varios retrasos).

Además, los nuevos depósitos, con una capacidad para 180.000 litros de agua (al igual que los viejos), permitirán un ahorro de agua a la ciudad de tres hectómetros cúbicos al año. Zaragoza consume en la actualidad 61 (por debajo de lo exigido por la Unión Europea).

Las instalaciones, que cuentan con cuatro depósitos, también constituyen la principal reserva estratégica de agua potable con la que cuenta la ciudad en caso de avería (podría abastecer sin problemas durante tres o cuatro días).

Con planta fotovoltaica

Sobre la cubierta de las instalaciones se ha construido un parque fotovoltaico de dos megawatios de potencia dotado de 10.240 placas solares. La electricidad que producirá es la equivalente a la que se necesita para abastecer a una población de 3.000 personas. Las obras estarán terminadas a finales de año y entonces entrará en funcionamiento.

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