Pasamos la mayor parte del tiempo en el colchón, uno de los elementos imprescindibles en una vivienda en el que dormimos, vemos la televisión y descansamos. Sin embargo, aunque no aparezca indicada la fecha de caducidad como ocurre con otros productos, con el paso del tiempo resulta necesario cambiarlo para que no afecte de forma negativa al descanso.
Pero, ¿cuál es la recomendación general? ¿Qué signos nos pueden indicar que es necesario un cambio? Como destacan en Pikolin, el consejo general sobre el plazo de renovación es entre ocho y 10 años. "Durante este periodo de tiempo, los componentes del equipo de descanso van perdiendo calidad y efectividad hasta llegar un punto en el que su uso puede perjudicar nuestro descanso", indican desde la compañía especializada en la fabricación de colchones.
Señales para cambiar el colchón
Asimismo, los especialistas aconsejan cambiar el equipo de descanso al completo, incluido el somier o la base, ya que puede estar dañada y "restar efectividad al colchón". Conviene recordar que es importante cambiar la almohada en un plazo máximo de dos años.
Por tanto, "lo ideal es conseguir un desgaste progresivo y homogéneo, por lo que se deben seguir unos pasos básicos de mantenimiento", añaden los expertos. Esto quiere decir que si un colchón no se ha rotado ni girado en toda su vida útil perderá de forma más rápida sus propiedades para ofrecer un descanso óptimo.
Pero, ¿cómo saber cuando hay que renovar el colchón? Una de las señales más claras es cuando aparece el dolor de espalda y la sensación de no descansar lo suficiente. La vida media de un colchón es de 10 años y pasado este tiempo (o incluso antes) es probable que te levantes más cansado, sin energía, que no consigas conciliar el sueño o que te levantes con dolores musculares.
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