Zahara ha confirmado este miércoles las 25 citas que conformarán su #PutaGira, el tour en el que presentará en vivo su más reciente álbum, Puta, y que arrancará el 11 de junio en Granada dentro del ciclo Noches Espaciales.
Según el calendario de su oficina, la artista jienense actuará en Madrid (12 y 13 de junio en la sala La Riviera), Barcelona (18 de junio, Jardins de Pedralbes) y Zaragoza (19 de junio, Sala Mozart Auditorio).
Ya en julio, saltará a Sevilla (día 10, Ciclo Alive!), la localidad coruñesa de Vilagarcía de Arousa (15, Atlantic Fest), el municipio almeriense de Vícar (17, Plastic On Tour), Mallorca (23, Live Summer), en la cántabra Castro Urdiales (28, Festival Sónica), en Baeza, muy cerca de su ciudad natal (30, Noches en la Plaza) y en Murcia (31, Las Noches del Malecón).
La localidad malagueña de Fuengirola será la primera cita del mes de agosto (día 6, Festival Luna Sur). La seguirán Valencia (11, Nits de Vivers), el municipio gaditano de San Fernando (13, Bahía Sound), en Tenerife el Puerto de la Cruz (20, Phe Festival) y Alicante (Muelle 12, 28).
En septiembre pasará por Cáceres (4, Música en Otoño) y en octubre por Vitoria (1, Sala Jimmy Jazz), Bilbao (2, Sala Sonora), la localidad gaditana de Algeciras (9, sala La Gramola), León (22, Espacio Vías) y Guadalajara (23, Óxido).
Cerrará el año a partir del 4 de noviembre en Ciudad Real (Zahora Magestic) y pasará a continuación por Ponferrada, en León (12, Sala La Vaca), Santiago de Compostela (13, Malatesta), Oviedo (26, Espacio Estilo), Vigo (27, sala Rouge) y, por último, el 9 de diciembre, por Valladolid (sala Blanca LAVA).
El disco que centrará el repertorio de estos shows, Puta, es un relato sobre los abusos sufridos como mujer, íntimo y confesional pero extrapolable a la situación de muchas otras mujeres en el mundo. Con temas como Merichane o Canción de muerte y salvación, logró llegar al número 2 en su primera semana en el mercado.
Esta #PutaGira tuvo un estreno solo para 200 privilegiados el pasado 12 de mayo en la sala La Riviera de Madrid, en el que pudo verse un espectáculo que osciló de los rojos iniciales de su escenografía al color blanco y que fue de menos a más en intensidad musical, con un final de puro tecno.
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