Los contenedores subterráneos son una de las notas características de las nuevas calles que se reforman en la ciudad. Desde que comenzaron las humanizaciones en la ciudad de Vigo se han instalado 130 contenedores de este tipo distribuidos en 39 islas, sin embargo, el Concello ha confirmado que todos ellos registran «incidencias a diario».

Según la concejala Raquel Díaz, los fallos en el sistema provocan la mayor parte de los incidentes. Los sistemas eléctricos están en contacto con el agua e impiden su apertura, lo que obliga a los ciudadanos a desplazarse hasta lugares en los que hay contenedores de superficie para deshacerse de los desperdicios. Sin embargo, no todos eligen esta opción y casi a diario pueden verse las bolsas de basura sobre las aceras junto a los contenedores soterrados.

Para paliar estas carencias, en calles como Manuel Núñez se han colocado contenedores de superficie junto a los soterrados, ocupando buena parte de las aceras.

A pesar de todo, el Concello garantiza que el 90% de los soterrados están operativos, aunque fallen a diario. Para solucionar estos fallos, existe un servicio técnico que atiende los incidentes en un plazo de dos horas.

En casos más graves, es necesaria una reparación. Esto es lo que ha ocurrido con los de la calle Velázquez Moreno, donde el gobierno local ha gastado 50.000 euros porque el sistema estaba lleno de agua.

Cada día en la ciudad los servicios de limpieza recogen 350.000 kilos de desperdicios de los que buena parte de ellos se dejan sobre las aceras.

En Uruguay siguen cerrados

Los contenedores soterrados de la calle Uruguay continúan cerrados. En febrero de 2008 el Concello los precintó porque un trabajador de la empresa de recogida de basura falleció en Santiago cuando manipulaba un contenedor igual a los instalados en esta calle. Y cerrados van a seguir hasta que el gobierno municipal reciba el certificado que garantice la total seguridad del sistema, según ha confirmado la concejala Raquel Díaz.

Además, todos ellos carecen del indicativo CEE que señala que han pasado todos los controles necesarios para su puesta en servicio.

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