Dos paquistaníes contrataban en su país a compatriotas para trabajar como empleados del hogar internos en Asturias. A cambio tenían que pagar entre 3.000 y 8.000 euros. Una vez en la región trabajaban en varios locales de hostelería que el cabecilla de la red tenía en Oviedo y San Martín del Rey Aurelio en condiciones casi de "esclavitud", explicó el jefe superior de la Policía en Asturias, Baldomero Araujo, que dio por desarticulada una red de 11 personas, dos paquistaníes y nueve asturianos, acusados de delitos contra los derechos de los trabajadores, de los extranjeros, favorecimiento de la inmigración ilegal y falsedad documental.

Los paquistaníes habían llegado a un acuerdo con los asturianos: les daban dinero por figurar como empleadores del hogar. Pero ninguno había contratado antes a nadie en estas condiciones y no tenían la capacidad económica ni para hacer frente a los pagos, ni para la manutención ni el alojamiento que sus falsos empleados requerían.

Al menos 39 paquistaníes han caído en su red. La Policía no va a tramitar expedientes de expulsión contra ellos. Muchos se han acogido al reagrupamiento familiar y han traído a otros 17 paquistaníes

El cabecilla de la red, un paquistaní, solicitaba la mano de obra para puestos de difícil cobertura. Así conseguía una autorización inicial y el traslado desde el país de origen hasta aquí. Ya en Asturias, les daba de alta en la Seguridad Social y lograba la tarjeta de residencia.

Con la mano de obra legal, los utilizaba como empleados baratos en sus restaurantes. Les alquilaba pisos cerca de los negocios en los que llegaron, incluso, a vivir diez personas en una misma casa. En el padrón llegaron a constar hasta 15 personas a la vez.

Los agentes advirtieron de que algo pasaba cuando vieron que en sólo tres años casi se había duplicado el número de paquistaníes en Asturias.

CONSULTA MÁS NOTICIAS DE OVIEDO Y GIJÓN