Chiki Fabregat, Premio SM Gran Angular 2021: "Me gustan los personajes que se puedan tocar, oler y sentir"

  • La escritora ha sido galardonada en la edición de este año por su libro 'El cofre de nadie'.
La escritora Chiki Fabregat.
La escritora Chiki Fabregat.
CORTESÍA SM
La escritora Chiki Fabregat.

Las escritora madrileña Chiki Fabregat ha sido distinguida con el Premio SM de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) Gran Angular por su libro El cofre de nadie (+14 años). De esta novela, que cuenta la historia de Nadia, una adolescente que fue adoptada en Kenia y conserva una misteriosa caja familiar con recuerdos, el jurado ha dicho que se trata de "un relato de descubrimientos, de afectos y de compromisos contado desde una perspectiva optimista, diversa y multicultural". Hablamos con su autora.

¿El premio sirve para reivindicar el buen estado de la LIJ? Es la mejor manera. Porque es verdad que nos tienen siempre como la literatura serie b; o, como decía la escritora Mónica Rodríguez, "el patio de atrás de la casa". Y que haya alguien que apueste de esta manera por ella, con este dinero y esta difusión, hace que se vea un poco.

Nadia, su protagonista, es una adolescente adoptada que nunca ha estado desubicada, hasta que lo está. ¿Es difícil contar un proceso así? Conozco a unos cuantos niños adoptados que han venido de otros países y tengo la sensación de que la literatura y el cine siempre se centran en ese proceso de cuando llegan a la adolescencia y deciden buscar sus raíces. Quería darle voz a alguien que decide voluntariamente no hacerlo.

En el libro abundan las cosas cotidianas: el túper de la nevera, el like de Instagram, el instituto... ¿Ayudan a entrar mejor en la historia? Es la forma que sé de narrar y la que me gusta leer. Me gusta que haya personajes a los que pueda tocar, oler y sentir. Cuando viven en un mundo artificial me cuesta creérmelos.

Nadia es negra, a otros personajes les gustan personas de su mismo sexo, ¿falta diversidad en la literatura? Creo que es imprescindible, porque es la realidad con la que convivimos. Y parece que durante mucho tiempo ha estado fuera de la literatura y del cine. No es un acto reivindicativo ni nada por el estilo: igual que comen túpers, como los como yo, también hay en su entorno bisexuales, homosexuales y personas de todas las razas y colores. Porque es lo mismo que yo tengo en el mío.

Ha escrito fantasía. ¿Con qué se queda? Durante mucho tiempo pensé que no era capaz de escribir realismo, cada vez que lo intentaba me acababa apareciendo algún elemento fantástico, me lo pedía el cuerpo. En cambio, en literatura infantil sí era capaz de centrarme. Esta es la primera novela juvenil que he escrito 100% realista. Me ha costado, pero me lo he pasado muy bien.

'El cofre de nadie', de Chiki Fabregat.

chiki fabregat

Madrid, 1969. Licenciada en Filología Hispánica. Su padre es escritor de cuentos. Da clases en la Escuela de Escritores. Es autora de la colección 'Zoila' y de varias novelas infantiles.

Da clases en la Escuela de Escritores de Madrid, pero también las recibe. ¿Es buena alumna? Creo que sí, porque esta novela es una novela de taller. Estaba atascada con ella, no sabía por dónde tirar y me apunté a uno con un compañero, Alejandro Marcos. Gracias a él y al grupo conseguí sacarla. Acepto la crítica y la aplico, que es al final de lo que se trata.

¿Cómo se soluciona el bloqueo del escritor? No hay recetas mágicas, se soluciona trabajando, escribiendo aunque no te apetezca, haciendo muchas preguntas, intentándolo e intentándolo. Tener alrededor a gente que habla el mismo idioma que tú, que te dice que hay una técnica, que te aconseje, es una de las mejores maneras, según mi experiencia.

¿Lee en el metro en vez de mirar el móvil? Leo mucho en el metro. Pero, además, finjo que leo, porque soy una cotilla totalmente incorregible y a veces me quedo prendada de una conversación o de una persona porque me acaba dando una historia.

En la novela habla de familia, lealtad, buenas personas... ¿Son conceptos que mete a propósito o lo hacen los personajes? Yo lo meto todo a propósito, lo que pasa es que, normalmente, me sale de forma natural. El concepto de familia es muy amplio: para mí es toda la gente a la que quieres y que te quiere, a la que cuidas y que te cuida, pero como para mí es muy importante suele estar en mis novelas. Mis alumnos se ríen, pero yo reivindico que cuando decimos esto de 'los personajes te llevan' acabamos quitándonos mérito. Reivindico que mis personajes hacen lo que quiero, que para eso soy la autora.

"Cuando tenía 13 o 14 años poco más podía hacer que leer y salir al parque a jugar. Ahora hay una competencia fuerte"

¿Qué ha cambiado en los adolescentes desde que usted lo fue? Son lectores mucho más formados que nosotros, más informados, no se conforman hasta que no están ante un texto que de verdad les gusta. Yo tengo 51 años y cuando tenía 13 o 14 poco más podía hacer que leer y salir al parque a jugar: no había consolas, en la televisión había dos canales y no existían las plataformas. Ahora mismo hay una competencia muy fuerte y los lectores son muy críticos. Los adolescentes son unos lectores voraces, pero su tiempo de ocio lo dedican a muchas actividades.

Escribía para adultos, pero se aburría. ¿Somos aburridos? Es gracioso. Cuando entré en la Escuela de Escritores como alumna trataba de escribir como todo el mundo, para adultos. Pero yo hacía personajes que tenían 30 años y se comportaban como adolescentes. Era un poco engañarme a mí misma. Cuando me di permiso para escribir LIJ descubrí que me divertía muchísimo, que dejaba de ser un sufrimiento. Fue maravilloso.

¿Hay algún libro al que le tenga mucho cariño? Pippi Långstrump, porque me descubrió que todo es posible y maravillosamente divertido; y La princesa prometida, porque, desde el punto de vista de la construcción, me parece la historia perfecta de la que te enamoras.

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