Los hospitales aragoneses cerrarán casi 500 camas este verano, una cifra similar a las de años anteriores, para organizar las vacaciones del personal y, de paso, realizar pequeños arreglos en las instalaciones. Los centros aprovechan así que el número de pacientes baja en esta época (aunque este año podría haber más afecciones ya que la crisis va a dificultar el veraneo a parte de las familias), según confirmaron fuentes hospitalarias.

Sólo el hospital Miguel Servet cerrará alrededor de 200 camas, aunque todavía están por determinar las zonas afectadas, lo que podría acarrear problemas de organización, según aseguran los propios trabajadores.

"Deberían preparar los cierres con una mayor antelación", subrayan los responsables del sindicato Satse.

En el Clínico sólo en agosto se cerraran 185 camas en agosto, y de éstas, unas 140 no estarán disponibles desde la segunda mitad de julio hasta la primera quincena de septiembre. Por su parte, el Hospital Provincial y el Royo Villanova cerrarán 31 y 30 camas respectivamente en agosto.

Pese a que los cierres previstos son similares a los de años anteriores, los problemas pueden ser mayores, especialmente en los servicios de Medicina Interna, ya que debido cada vez se escalonan más las vacaciones y este año, numerosas familias podrían renunciar al veraneo por al crisis.

Si una zona está llena y llega un nuevo paciente, los sanitarios pueden trasladarlo a otras salas y el Salud dispone de un protocolo para los casos de accidente múltiple o de brote epidémico.

Los sanitarios proponen adelantar trabajo en verano. "Se podrían adelantar las listas de espera si se organiza con antelación y se averigua quién querría ser operado en esta época", subrayan fuentes de UGT, aunque numerosos pacientes rechazan operarse en verano.

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