José María López Sanfeliú (Figueres, 1952), conocido como Kiko Veneno, llega este sábado a Madrid para seguir probando en directo y ante su público sus nuevas canciones antes de meterse en el estudio a grabarlas. Un asunto atípico y con un sorprendente orden inverso al habitual. Pero es que tratándose de Kiko Veneno lo normal es justamente lo diferente, lo afortunada y acertadamente fuera de lo común.

Igual que él y su música (ese flamenco que no renuncia al pop), este proyecto que ha querido llamar Dice la gente tiene mucho de esa picardía de Veneno que ha hecho de él, guste o no, una importante figura de nuestra música.

Adelantado a su tiempo

Kiko Veneno se estrenó en el que sería ya para siempre su mundo, el artístico, en 1977, con un grupo y un disco, Veneno, que pondría patas arriba el mundo del flamenco.

Guitarras flamencas, letras provocadoras y muy de la calle (sus historias son siempre cotidianas pero universales), llenas de sarcasmo, daban al flamenco una dimensión diferente, tan venenosamente nueva que aún no podía o no quería (bien) entenderse.

En aquel primer Kiko Veneno coincidían pop y flamenco sin problema y sin miramiento, con un acierto total y sobre todo con extremada libertad. Su conocimiento en 1975 de Raimundo Amador tuvo desde luego mucho que ver en su adopción de lo jondo.

Mucho ha llovido desde aquel primer Veneno. Desde hacerse un hueco, merecido y bueno, aunque pasando de primeras filas, hasta la fidelidad absoluta a su música y su arte.

Un concierto de Kiko Veneno siempre es una fiesta. La originalidad y lo propio, al margen de la moda, es el espectáculo. Él, por supuesto, también, y en el mejor de los sentidos. Este sábado además brinda la oportunidad de conocer de la mejor manera, en directo, qué y cómo será su próximo trabajo. Por una vez veneno tiene un magnífico significado.

* Joy Madrid: C/ Arenal, 11. Mañana, 21.00 h. 15 euros.