Amenábar: "Si defiendes tus ideas con violencia, te conviertes en un insecto"

  • El realizador repasa el rodaje de Ágora, después de su estreno en la sección oficial de Cannes.
  • "Es una visión humanista y racionalista de la vida de Hipatia".

Alejandro Amenábar era un novato en Cannes hasta hace un par de días. En su día pasó por Venecia para presentar Los otros, pero nunca había cruzado la alfombra roja que va directa hasta la sala Lumière, la principal del Festival francés.

Pocas horas después de haber proyectado Ágora frente a la prensa internacional, el realizador compartió frente a la prensa española los entresijos del rodaje de su última cinta.

La cinta empezó como un proyecto para hablar de las estrellas y acabado siendo algo más denso. ¿Es cierto?

La película empezó con una reflexión sobre las estrellas y hemos acabado, de un modo bastante lógico, hablando de Hipatia y de Alejandría. Respecto a la cinta, quiero mostrar que yo no soportaría un mundo en que toda la gente pensara igual que yo, que no hubiera gente mas progresista o conservadora que yo. Es algo con lo que hay que vivir. Somos diferentes, por muchas afinidades que tengas con otras personas.

¿Quiere denunciar a aquellos que quieren imponer sus ideas por la fuerza?

En el set de rodaje convivían agnósticos, ateos, musulmanes, cristianos, judíos... Todos nos levantábamos por la mañana y hacíamos la película, todos juntos. El ágora, en el fondo, es el planeta en el que tenemos que convivir todos. Lo único que denuncio es que si para defender las ideas tienes que defender la violencia, te conviertes en un insecto.

¿Puede explicar por qué ha titulado así su película?

Ágora me parecía el único título posible. Lo que más nos ha costado ha sido encontrar el título, no sabíamos cómo llamarla. Pero cuando ves que en el ágora se precipitó todo, la reyerta de los paganos contra los cristianos; y la simetría de la propia palabra, con el círculo en el centro, te das cuenta de que es el título perfecto.

No soportaría un mundo en el que toda la gente pensara igual que yo

También marca una línea en el suelo entre el pensamiento racional y el irracional...

Cuando usas tu razón contra la sinrazón y no puedes defenderte es muy injusto. Ágora tiene una visión humanista. He intentado ver las cosas desde un punto de vista humano, vemos la tierra desde la estratosfera y lo hacemos como si estuviéramos subidos a un satélite. Es una visión humanista y racionalista, y no por eso tiene que ser menos apasionada.

¿Había pensado en Rachel Weisz para el papel?

Habíamos seguido la carrera de Rachel Weisz y la directora de casting la sugirió entre varios nombres. Nos pareció perfecta. Reúne el lado intelectual; es una persona brillante que podía entender la complejidad de la astronomía; y también tiene la pasión y la belleza. Lo que no sabía, es que además es una buenísima persona.

En la cinta hay muchos planos desde el cielo. ¿Quería mostrar la insignificancia de los hombres?
Buscábamos una aproximación al mundo del pasado. Cuando cuentas algo que ha pasado hace 1.600 años en películas épicas, lo tiendes a ver desde un punto de vista épico y me parece que es muy distante, que no te llega. Queríamos llevar al espectador muy cerca y a veces la mejor manera de conseguirlo es usar la cámara lenta. Pero nos dimos cuenta que si acelerábamos la velocidad los hombres parecían hormigas, y se conseguía llamar la atención sobre lo absurdo que era lo que hacían allí abajo. También quería cambiar la perspectiva a la hora de ver las cosas. Esto es una gran tragedia, pero mírala en comparación con todo esto, con las estrellas de alrededor.
¿Hipatia es un icono feminista?
Creo que sí, es obvio que es un icono feminista. Es una mujer rodeada de hombres, pero una mujer que defiende su integridad y que quiere ser tratada como un intelectual más.
¿Ágora es su particular homenaje a los astrónomos?
Quería que fuera un homenaje a los astrónomos y a todos los que nos han abierto los ojos, además de ser un homenaje en el año de la astronomía. Pero era inabarcable hacer una cinta que fuera desde Hipatia a Einstein, pero había mucho en la historia de ella y en su contexto que hacía muy interesante la película.
Pensaba que en el rodaje iba a haber muchas desgracias, que un huracán nos llevaría el decorado
¿Cuál es el porcentaje de hechos reales de lo que se ve en la película?
Creo que se ajusta razonablemente mucho a la realidad. Lo digo sabiendo que ni ésta ni
Mar adentro son exactamente reales al 100%. Pero creo que se puede decir que está basada en hechos reales, el personaje de ella es real. Hemos cambiado el final. A Hipatia la mutilaron y la descuartizaron y lo cambiamos en el último momento por una lapidación porque me parecía que tiene una connotación más actual. Es algo que pasa hoy en día.
¿Ha querido hacer alguna analogía con la situación política actual?
Ágora te muestra el momento en el que un grupo toma las armas y empieza a impartir justicia por su cuenta. Ahí es cuando empieza el problema. El juego que quise hacer, que puede ser un poco burdo, es que el imperio romano es Estados Unidos, Alejandría representa las provincias y Europa es la provincia, una cultura más ancestral. En cuanto el imperio entra en crisis, todo lo que está alrededor lo hace. Y de pronto emerge un grupo que tiene un elemento que le hace más atractivo y eso es lo que atrae a la gente.
¿Cuál ha sido su rodaje más difícil?
Abre los ojos, por las complejidades del guión, y los problemas con el maquillaje de
Los otros, que era un proyecto que para mi era un salto tremendo: entrar en contacto con Hollywood, que no conocía, rodar con niños, que no lo había hecho nunca, y rodar con una estrella como
Nicole Kidman, que no lo había hecho nunca. De ella aprendí mucho, nunca he vuelto a ver la interpretación igual después de trabajar con ella. En
Ágora, el problema eran las dimensiones del proyecto. Pensaba que iban a pasar desgracias, que un huracán nos llevaría el decorado, pero no, ha salido todo muy bien.
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