«El nuevo puente no cortará el parque Ribera de Castilla ni romperá el paseo ni perturbará las instalaciones deportivas», así de tajante fue ayer el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, quien respondió a más de un centenar de vecinos que llenaron ayer el aforo del Ayuntamiento durante un Audiencia Pública solicitada por la asociación de vecinos de la Rondilla.

«En las cinco ofertas que se han presentado para hacer este proyecto y cuya oferta económica se abrió el pasado jueves, el puente vuela por encima del parque», insistió el concejal de Planificación, Manuel Sánchez. «Además, todas contemplan que tenga entre 25 y 30 metros de ancho (el de la Hispanidad tiene 25) y tres cuartas partes de él se destinarán al peatón y a la bici. Es casi peatonal», adelantó el edil.

En concreto, el paso sobre el Pisuerga, el undécimo de los que habrá en la ciudad, tendrá dos carrilles para el tráfico rodado, uno en cada sentido, de siete metros de ancho. El costo económico variará entre los 8,7 millones de euros y los 11,8, dependiendo de qué oferta gane el concurso.

Negativa vecinal

Con anterioridad a la intervención del alcalde y del concejal, hablaron los responsables de la asociación de Vecinos de la Rondilla, Miguel Ángel Niño y Rocío Matilla. Ambos insistieron en el rechazo al puente que «supondrá problemas de circulación en un  barrio ya saturado» y que «rompe de manera irreversible el parque Ribera de Castilla», con todo lo que conlleva en cuanto a inseguridad de los peatones, contaminación ambiental, acústica, dificultad para acceder a los equipamientos deportivos...

Después llegó el turno para las preguntas de los ciudadanos (respondió cerca de una veintena)que se marcharon con la idea de que digan lo que digan el puente se hará, aunque con la promesa de que «no cortará el parque».

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