Tres genios, amistad superlativa

  • Federico García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí fueron en su juventud compañeros de residencia y grandes amigos.
  • Una película revive el despertar de sus talentos y de un amor prohibido.
De izq a dcha, LORCA (Javier Beltrán), que llegó a la Residencia de Estudiantes en 1919 y estudiaba Derecho; BUÑUEL (Matthew McNulty), el primero en llegar (1917), estudiaba Entomología y Filosofía; y DALÍ (Robert Pattinson), que llegó en 1922 y estudió Bellas Artes, aunque lo expulsaron. (Fotos: Archivo - Residencia de Estudiantes - Carl Van Vechten)
De izq a dcha, LORCA (Javier Beltrán), que llegó a la Residencia de Estudiantes en 1919 y estudiaba Derecho; BUÑUEL (Matthew McNulty), el primero en llegar (1917), estudiaba Entomología y Filosofía; y DALÍ (Robert Pattinson), que llegó en 1922 y estudió Bellas Artes, aunque lo expulsaron. (Fotos: Archivo - Residencia de Estudiantes - Carl Van Vechten)
De izq a dcha, LORCA (Javier Beltrán), que llegó a la Residencia de Estudiantes en 1919 y estudiaba Derecho; BUÑUEL (Matthew McNulty), el primero en llegar (1917), estudiaba Entomología y Filosofía; y DALÍ (Robert Pattinson), que llegó en 1922 y estudió Bellas Artes, aunque lo expulsaron. (Fotos: Archivo - Residencia de Estudiantes - Carl Van Vechten)

Quizá las parcas hilaron un tiempo, un lugar y tres jóvenes destinados a tejer su nombre en el tapiz del Arte, con mayúsculas. Quizá sólo eran tres almas llenas de sueños y ambiciones, atrayéndose unas a otras como polillas bajo el estandarte de la Institución Libre de Enseñanza.

Lo cierto es que un 6 de octubre de 1917, un aragonés llamado Luis Buñuel llegaba a la Residencia de Estudiantes de Madrid. Por deseo de su padre estaba matriculado en Ingeniería Agrónoma, pero a él realmente le gustaban los insectos y Darwin. Y el boxeo. Y el atletismo.

Dos años después llegó un muchacho granadino: Federico García Lorca. Buñuel entonces tenía un gramófono y le encantaba el jazz y la música clásica. Lorca adoraba tocar el piano.

A Lorca le tocó compartir habitación con un aragonés, que no era Buñuel, sino un amigo de éste, Pepín Bello. Apasionados de las vanguardias y de la idea de transformar el mundo, la amistad entre los tres fue inmediata. "Lorca era tan natural, nada engolado, muy accesible", recuerda Pepín.

Uno de Figueras

En 1922, tres años después de la llegada de Lorca, el más excéntrico personaje que pisaría jamás la Residencia de Estudiantes hizo su aparición: era de Figueras, tenía 18 años, y tal y como describiría más tarde Pepín Bello, "venía vestido de artista del siglo XIX. Llevaba melena negra, chalina y una chaqueta de terciopelo negra". También usaba medias y polainas.

Salvador Dalí no llevaba ni dos días en la Residencia cuando Pepín pasó por su cuarto, que estaba en el mismo pasillo que el suyo, y vio sus dibujos por todas partes: por la cama, en el suelo... "Me faltó tiempo para hablar con Federico y decirle: 'oye, este catalán dibuja que es una maravilla, tenemos que tratar con él'", relataba en una entrevista con El Mundo.

Salvador Dalí
tenía un talento extraordinario para la pintura;
del resto de cosas no entendía nada

"Dalí -añadía- tenía un talento extraordinario para la pintura, pero del resto de cosas no entendía nada. Tampoco le hacía falta. No sabía leer la hora del reloj ni que cinco duros eran 25 pesetas, ni sacar un billete de tranvía o de teatro. No le importaban las mujeres, era asexuado como esta mesa... Nada de nada".

Los locos años 20

Fue así como comenzó el bullir de tres genios en ciernes, unidos por una íntima amistad. Y es aquí donde comienzan las versiones sobre el grado de intimidad de esa amistad insuflada por las ganas de romper todas las ataduras.

La más reciente, llena de sensualidad, es la película Sin límites (Little Ashes), estrenada hace unas semanas y protagonizada por Robbert Pattinson (Crepúsculo) en el papel de Dalí. En esta película, la admiración de Lorca (Javier Beltrán) por Dalí traspasa barreras durante unas vacaciones en Figueras y Cadaqués en 1925, donde el pintor había invitado a su amigo.

Philippa Goslett,que se documentó diez años para escribir el guión, apunta que "todo empezó como una amistad, que se volvió más íntima y avanzó hacia un nivel físico, aunque a Dalí se le hizo difícil y no pudo soportarlo. Él dijo que Lorca intentó tener sexo con él pero que dolía, por lo que no llegaron a consumar su relación".

A su vez, Sin límites muestra el desprecio de Luis Buñuel por los "maricas", lo que llevó al cineasta a distanciarse del poeta granadino.

El biógrafo Ian Gibson, uno de los que más ha escrito sobre esta amistad a tres bandas, junto con Agustín Sánchez Vidal, ofrece otra versión: "Tras su encuentro en Cadaqués en 1925, Lorca sale de Cataluña enamorado de Dalí. Pero Dalí no asume su tendencia homosexual. Por eso su amor no pudo ser. Cuando Dalí se da cuenta de que Lorca se ha enamorado de él, se produce un distanciamiento. Si Dalí hubiera aceptado su homosexualidad, su obra habría sido diferente. Le conocí en sus últimos años y me dijo que Lorca había sido su gran amigo".

Un perro andaluz

Entre tanto, Buñuel se había ido a París, buscando sus propios triunfos. Poco después Dalí se reuniría con él, y su amistad fue afianzándose, así como su trabajo en común, que alcanza su punto álgido con la película Un perro andaluz.

Según Guillermo Carnero, especialista en literatura española de las vanguardias, "se impone como ineludible hipótesis que el título aluda a Lorca, teniendo en cuenta el entramado de relaciones entre los tres, y el amor insatisfecho de Lorca hacia Dalí".

El velado reproche de Buñuel y Dalí hacia Lorca, a causa de su talante tradicional y sentimentaloide se torna en sorpresa y aflicción cuando éste es asesinado en 1936. Así termina una amistad intensa y talentosa como pocas en la historia.


Buñuel, por Dalí.Inventiva a tres bandas

La relación de los tres amigos también se dejó notar en sus obras: Dalí pintó a Buñuel (en la imagen de la izquierda) y también a Lorca, pero siempre con el rostro desdibujado. Dalí diseñó los decorados de Mariana Pineda de Lorca y de El perro andaluz y La edad de oro de Buñuel, en cuyos guiones también participó. En alusión a su amor imposible, Lorca escribió Oda a Salvador Dalí. Ambos iban a escribir el Libro de los Putrefactos, pero la obra nunca se llevó a cabo.

TRES PREGUNTAS A...

Javier Beltrán.Javier Beltrán (Federico García Lorca)

1. ¿Cómo preparó el papel? De Lorca se han dicho muchas cosas que no eran verdad. Por eso, para no equivocarme, he acudido a su poesía.

2. ¿Qué ha significado para usted? Lorca me fascina, ha sido un orgullo que me eligieran, siendo además mi debut. Me ha enseñado mucho como actor, y como persona muchísimo más. Me han quedado cosas suyas muy adentro, le tengo tanto cariño, tanto aprecio...

3. ¿Cree que era realmente homosexual? Creo que era gay y no pasa nada por decirlo, pero en los años 30 eso le impedía decir lo que sentía. Ocultó su homosexualidad pero en todo lo demás era muy sincero. Respecto a Dalí, era bastante ambiguo, creo que nunca se sabrá.

Marina Gatell.Marina Gatell (Magdalena)

1. ¿Cómo fue el rodaje? Se hizo en verano, hace dos años. Robert Pattinson aún no había rodado Crespúsculo, así que era Robert para nosotros. Hace un gran trabajo como Dalí.

2. ¿Qué papel juega Magdalena? Está basado en Margarita Manso y también en otras mujeres de la vida de Lorca. Magdalena era periodista, una mujer muy avanzada en su época, y estaba enamorada de Lorca.

3. ¿Qué opina de este trío de genios? Más allá de que fueran grandes artistas, creo que eran tres jóvenes investigando y decidiendo cómo ser, renunciando a partes humanas que de pronto les duelen para dar forma a toda su incomprensión y angustia.

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