Así, ha detallado que, actualmente, la Gerencia de Urbanismo está optimizando los trabajos de corrección hidrológica del yacimiento, que vienen desarrollándose desde el año 2016, "dada la complejidad del sistema de drenado".

El concejal ha valorado que el Museo Carmen Thyssen es "uno de los sitios de referencia cultural", recordando que el Palacio de Villalón fue rehabilitado e impulsado desde el Ayuntamiento de Málaga y alberga, actualmente, "una de las colección más importantes en el mundo de la cultura".

Asimismo, ha valorado los restos hallados, detallando que están redactando un proyecto de actuación arqueológica para "intentar poner en uso y en disfrute de todos los malagueños este tesoro".

En este sentido, ha explicado que en estos días se trabaja en una actuación con los técnicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) "para que relaten las condiciones óptimas de humedad, protección, que deben mantenerse en los sótanos para que se pueda visitar".

En concreto, el CSIC actualmente se encuentra realizando un ensayo, junto con las pruebas de control de las pinturas del Ninfeo, para establecer el aforo máximo que podrían tener las visitas a este yacimiento, una vez se pongan los hallazgos en valor y se realice la adecuación arquitectónica y museística.

"Lo resultante de estos informes nos llevarán a gestionar un proyecto de actuación para generar una especie de pasarela que permita que todos los malagueños podamos venir a visitar estos restos arqueológicos", ha detallado López.

Por último, ha valorado otras intervenciones como las realizadas en el solar del Astoria o del espacio protegido entre las calles Alcazabilla y Granada, que están apareciendo "restos arqueológicos que queremos impulsar"; además de la ya citada en el sótano del Thyssen.

"Málaga trabaja para proteger su patrimonio histórico. A lo largo de 2021 ejecutaremos todas las actuaciones para que en 2022 podamos venir, visitar el museo y si también queremos conocer nuestro origen e historia podamos conocer los sótanos del Museo Thyssen para conocer cómo fueron los antepasados", ha subrayado el concejal.

INTERVENCIÓN ARQUEOLÓGICA

La ocupación romana de este ámbito se produce en torno al siglo I antes de Cristo, en un proceso de crecimiento y transformación con centro en la actual calle Beatas. La consolidación de la villa romana se produce en el siglo II después de Cristo, identificándose una zona doméstica separada de un área productiva. En la primera, se ubica el ninfeo, el patio, el suministro de agua, los elementos decorativos, y en la segunda, las instalaciones de garum.

La villa se sitúa en la zona de influencia del río Guadalmedina, así como de las aguas subterráneas que se generan en función del trazado de los antiguos cauces que discurrían por la zona.

Con la localización de los restos de esta villa romana a una profundidad de cuatro metros, en el entorno delimitado por el actual sótano del museo, surge la necesidad de acometer las tareas de restauración y consolidación necesarias para su puesta en valor y recepción de visitas.

El principal problema al que se enfrentan estas actuaciones reside en que el sótano sufre episodios naturales de inundaciones de aguas freáticas bastante persistentes, lo que ha dificultado en buena medida la musealización del recinto. A esto se suma el hecho del cambio de las condiciones ambientales de los restos de la villa, mantenida durante casi dos milenios en unas condiciones ambientales muy estables, favorables para la conservación de estos elementos del patrimonio arqueológico de la ciudad.