Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Tarragona han detenido a tres hombres como presuntos autores de ocho robos con fuerza y uno violento en domicilios con un elemento en común: "las víctimas eran siempre ciudadanos de origen chino propietarios de negocios que generaban unos ingresos importantes".

El grupo cometió los hurtos en las comarcas catalanas de La Selva, el Maresme, el Barcelonès, el Baix Camp y el Tarragonès, han informado los Mossos d'Esquadra este domingo en un comunicado.

A principios de marzo se detectó un incremento de denuncias por robos en domicilios, y aunque los autores eran itinerantes -lo que dificultaba la investigación-, los agentes se centraron en un grupo de tres ladrones que podían formar parte de una organización criminal que "seleccionaba establecimientos comerciales regentados por chinos y averiguaban cuáles generaban beneficios económicos importantes".

Entonces, esperaban a que cerrara el negocio y seguían a los propietarios hasta su domicilio para luego controlar el inmueble y entrar en él cuando no hubiera nadie en el interior: robaban objetos de valor con buena salida en el mercado negro, como dispositivos electrónicos, joyas y dinero en efectivo -en una ocasión se llevaron hasta 53.000 euros en metálico-.

Detención y registro

El 23 de abril se aceleró la investigación cuando, tras otro hurto por parte del grupo, la Guardia Urbana detuvo a uno de los ladrones, y un dispositivo policial de los Mossos permitió arrestar a los otros dos esa misma tarde.

Al día siguiente, los agentes realizaron una entrada y registro en el domicilio de los autores en Salou (Tarragona), y encontraron varios de los objetos robados, así como piezas de ropa usadas durante los robos.

Algunos de los arrestados tenían antecedentes por hechos similares en Bélgica, Países Bajos, Francia, Austria, Eslovenia y Portugal, y tras pasar a disposición judicial ingresaron todos tres a prisión.