El futuro de Opel, y por lo tanto de la planta de Figueruelas, parece más incierto que nunca. La Comisión Europea limita las ayudas que los países den al grupo General Motors y las autoridades alemanas preparan ya un plan especial para tratar de preservar los activos de la empresa en Europa ante la más que previsible quiebra de la matriz estadounidense, que en junio debe presentar un plan con duros recortes para poder seguir adelante.

La Comisión Europea advirtió, justo el día en el que los consejeros de Economía e Industria se reunieron con autoridades del Ejecutivo alemán, que las ayudas que den los estados a GM no pueden ser unilaterales, se deben coordinar entre los estados y no se deberían condicionar al mantenimiento de la producción en un determinado territorio.

Con esta advertencia, Europa pretende preservar la libertad de mercado y da un toque de atención a los Ejecutivos que, como el aragonés, supeditan sus ayudas al mantenimiento de la producción de las plantas de GM ubicadas en sus territorios. La DGA ha reiterado en numerosas ocasiones que sólo dará el aval de 200 millones a Opel si se asegura la permanencia de la planta de Figueruelas con la fabricación del nuevo Meriva.

El futuro de la fábrica, a pesar de ser una de las más rentables para el grupo automovilístico, sigue siendo oscuro. En la reunión mantenida en Alemania, el ejecutivo germano comunicó al consejero de Economía, Alberto Larraz, y al de Industria, Arturo Aliaga, que ya prepara una propuesta para crear una empresa fiduciaria que acoja y aísle los activos europeos de General Motors para preservarlos de la previsible suspensión de pagos de la matriz americana.

En la reunión no se abordó sin embargo el futuro concreto de Figueruelas, aunque se hizo hincapié en la necesidad de acometer una reducción de plantilla para adaptarse a la demanda actual. El Ejecutivo aragonés estudiará ahora junto al español la propuesta germana.

A las propuestas del gigante italiano Fiat y de la austríaca-canadiense Magna para adquirir Opel, se une ahora el fabricante de automóviles ruso GAZ. El grupo confirma su interés en crear una empresa mixta con Magna y Opel. Sin embargo, GAZ no atraviesa tampoco un buen momento y arrastra considerables deudas. Ante estos anuncias, en su mayor parte demasiado oscuros y parciales, los sindicatos de GM se mantienen "prudentes, pero tensos", según confirmaron ayer UGT y CCOO.

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