La sentencia judicial impone al acusado dos años de alejamiento y comunicación por cualquier medio a su víctima en una distancia no inferior a 150 metros, así como a su domicilio y lugar de trabajo. Le prohíbe la tenencia y porte de arma durante dos años, además de tener que sufragar las costas procesales. Los hechos ocurrieron el pasado 2 de septiembre, cuando este hombre entró en el domicilio donde vivía con su pareja, la insultó y propinó una bofetada y varios arañazos, y después la agarró por el pelo y la encerró en la terraza de la casa, desde donde la mujer pidió ayuda a los viandantes.